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La ley del cuchillo y la bala reina en el Ecuador
En Quito, un hombre de 36 años fue apuñalado por no dejarse robar. Los vecinos intentaron ayudarlo, pero fue en vano. En Guayaquil hubo dos tiroteos.
El crimen sobrepasa los muros de contención que el Gobierno ha levantado para intentar controlar la violencia y la inseguridad en el país. Pero...
En el sector de La Magdalena, sur de Quito, la mañana de ayer, Daniel Párraga fue asesinado porque se resistió a un robo. Moradores del lugar contaron que a las 05:50 se escucharon gritos de auxilio. “¡Ayuda! Me apuñalan. Llamen a una ambulancia”, imploraba la víctima.
Una vecina de la calle Gatazo abrió la cortina de su ventana y observó que dos sujetos forcejeaban. Eran Párraga y el delincuente, quien portaba un cuchillo y lo amenazaba mientras le quitaba la mochila.
El hombre, de 36 años, no quería soltarla y el pillo le apuñaló en la clavícula izquierda. “Luego se corrió por la calle Galte y se escuchó a una motocicleta acelerar”, contó la testigo.
Una moradora, quien también es paramédico, salió a ayudar a la víctima con otros vecinos. Comentó que el afectado estaba lleno de sangre y no sabían dónde lo habían herido. Ella cortó su camisa y vio que tenía una laceración profunda en el cuello. “Se estaba quedando inconsciente”.
La paramédico hizo presión en el corte para evitar que se desangrara mientras esperaban una ambulancia; sin embargo, a su llegada, Párraga ya había perdido la vida. Cerca del cadáver quedaron unos audífonos rosados. Los vecinos vieron que la víctima los llevaba puestos.
El mayor Daniel Torres, jefe de operaciones del Distrito Eloy Alfaro, indicó que eran dos sujetos los que robaron el celular y la mochila de Párraga. Señaló, además, que están marcando la ruta por dónde se habrían fugado para dar con su paradero.
Una Ordenanza tibia
Este hecho violento ocurre cinco días después de que en el Distrito Metropolitano de Quito se aprobara la ordenanza sobre el uso y comercialización de armas blancas. Esta sanciona con un salario básico (425 dólares) a las personas que no justifiquen el porte de cuchillos o ‘matachanchos’ en espacios públicos.
Esto causa indignación en la ciudadanía porque, según Ricardo Altamirano, morador de La Magdalena, las autoridades realizan operativos en contra de los comerciantes ambulantes que ocupan un chuzo como herramienta de trabajo. “Deben apuntar a los delincuentes y no a la clase obrera”, concluyó.
En Guayaquil
Las balas ‘zumbaron’ en Guayas cerca del mediodía de ayer, en dos sectores altamente concurridos de los cantones Durán y Daule. En ambos casos, los ataques fueron dirigidos a hombres que se movilizaban en vehículos de alta gama. Además, los dos sobrevivieron y, a pesar de no tener relación entre sí, terminaron en el mismo centro hospitalario, en Samborondón.
Esta provincia es una de las tres que se encuentra en estado de excepción y, a nivel nacional, es la que más violencia criminal registra, con 790 muertes violentas en lo que va del año, según las cifras oficiales.
En Durán, la víctima fue un ciudadano asiático, quien acababa de salir de una entidad bancaria en la avenida Nicolás Lapentti, que es uno de los principales accesos a Guayaquil, pues conecta con el Puente de la Unidad Nacional.
Un testigo relató que el extranjero fue interceptado cuando retrocedía con su vehículo, un Mazda 6 negro, de un parqueadero, y forcejeó con un delincuente, quien terminó llevándose un bolso y ‘pegándole’ un tiro. El pillo escapó, a pesar de que -según los lugareños- había agentes en el sector.
El herido fue trasladado de urgencia a un hospital privado de la parroquia La Puntilla, sitio al que también fue llevado un hombre que sobrevivió a un ataque de sicarios en una plaza comercial de la vía a Salitre, en una zona residencial de la parroquia La Aurora, de Daule.
Una testigo del suceso relató que el hecho fue “como ver una película”, pues cuando el perjudicado salía en su vehículo, un Ford Explorer negro, criminales a bordo de un Kía Sportage blanco le cerraron el paso y un ‘gatillero’ empezó a atacarlo. Sin embargo, en el sitio no pudo acabar con su vida porque el automotor de la víctima era blindado. Según la versión de esta persona, el hombre se movilizaba junto a una mujer y una niña, quienes resultaron ilesas.
Entre los locales de la plaza comercial también hay consultorios y laboratorios. Por eso uno de los galenos que trabaja en el sitio brindó los primeros auxilios al hombre herido, antes de que fuera llevado de urgencia a un hospital.
Una de las personas que también observó el suceso grabó a uno de los criminales con su teléfono celular. La Policía analiza esa grabación y las realizadas por el sistema de vigilancia de la plaza.