La secuela de dolor sigue intacta a causa de dos incendios ocurridos en Tungurahua. El saldo trágico de los flagelos dejó una muerta y personas damnificadas.

En el barrio La Libertad de Pelileo, los vecinos lloran la partida de María Panata, la mujer de 72 años que quedó con quemaduras y luchaba por su vida. Ella murió después de permanecer varias semanas internada. Su hijo Luis contó que tenían esperanza de que se salvara, pero fue imposible.

En este barrio de la parroquia García Moreno de Pelileo, una explosión por acumulación de gas de uso doméstico cambió la vida de la familia Vinueza Panata el 15 de abril, pero también recibieron todo el apoyo de sus vecinos y amigos.

Con esta ayuda, reconstruyeron la casa en menos de un día y solventaron parte de los gastos médicos de María, quien tuvo afectaciones en la laringe.

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Mientras, en el sur de Ambato, las tres familias que perdieron todos sus enseres la tarde del jueves 23 en un incendio, tuvieron que dormir donde sus familiares.

El fuego empezó en un taller de ebanistería y se propagó a dos casas vecinas. En Teligote y Los Llanganates los habitantes auxiliaron a los dueños de casa destruyendo los cerramientos para ingresar y sacar a los afectados.

El mayor Mauricio Bedón, del Cuerpo de Bomberos, confirmó que no hubo víctimas mortales, pero sí daños materiales.

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