En la autopista M5, que conecta Siria de norte a sur, la caída del gobierno de Bashar Al Assad ha desatado una ola de emociones indescriptibles. Miles de personas recorrieron este histórico trayecto hacia Damasco, ahora considerada "libre" tras décadas de un régimen que muchos detestaban. Familias enteras y comunidades se congregaron en las calles para celebrar un momento que redefine la historia del país.

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En Homs, ciudad que hasta hace poco era epicentro de feroces enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS), el ambiente cambió drásticamente. La madrugada del 8 de diciembre trajo consigo el anuncio de la huida de Al Assad y la toma de Damasco por una coalición antigubernamental de islamistas y grupos proturcos, poniendo fin a los 53 años de la dinastía Al Assad.

"Un sueño hecho realidad"

En Hama, ciudad que cayó bajo control rebelde la semana pasada, los residentes describen el momento como un sueño que nunca imaginaron posible. Mohamed Al Hamwi, un trabajador textil de 35 años, expresó su alegría tras años de sufrimiento: "No puedes imaginar el horror que vivimos bajo el régimen. Hoy somos libres, y espero que las condiciones de vida mejoren". Otros vecinos, como Ahmed y Abu Hassan, recordaron las décadas de represión y destacaron la importancia de esta victoria para sus familias, muchas de las cuales se habían visto separadas durante años.

Un ejército desmovilizado

La deserción masiva de soldados marca otro capítulo del colapso del régimen. A lo largo de la M5, se pueden ver miles de soldados, muchos de ellos vestidos de civil, regresando a sus aldeas tras abandonar sus cuarteles. Las fuerzas de HTS han prometido garantizar la seguridad de quienes depongan las armas, una medida que parece haber acelerado el desplome de las tropas leales a Al Assad.

Esperanza entre la incertidumbre

Aunque la celebración predomina, la incertidumbre por el futuro también preocupa a los sirios. "Falta pan, y las libertades aún son un desafío", señala Al Hamwi. Ahmed, otro residente, teme un periodo de caos antes de que se estabilice la situación. Mientras tanto, Abu Mohamed Al Jolani, líder de HTS, ha hecho un llamado a la calma y ha prometido evitar abusos en las zonas bajo su control, instando a sus combatientes a tratar con respeto a la población civil y preservar las instituciones.

El fin del régimen de Bashar Al Assad marca el inicio de una nueva etapa para Siria, una llena de esperanza, pero también de grandes desafíos en un país profundamente marcado por la guerra y la crisis económica.

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