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La tétrica casa embrujada en Tulcán, provincia de Carchi.Teddy Cabrera

Un hombre asegura haber presenciado actividad paranormal

Quiteño experimentó el movimiento de objetos y el sonido de pasos en un cuarto ‘sellado’ en casa que alquilaba su novia.

Durante su niñez y adolescencia, Roberto no creía en las historias de ovnis y fantasmas. Sin embargo, su escepticismo cambió tras escuchar pasos, movimientos de diversos objetos y ver sombras cuando vivió con su novia desde julio de 2016.

Tenía 36 años y estaba sin trabajo, a la espera de una propuesta laboral, mientras su situación económica empeoraba. Fue por eso que el quiteño se mudó a la casa de su pareja en Tulcán, provincia de Carchi, donde ella sí había experimentado varias experiencias paranormales.

Su ‘pelada’ le contó que en el segundo piso del domicilio que arrendaba con su mamá había un cuarto que estaba cerrado desde 2009. La propietaria del inmueble les pidió que no lo abrieran porque eran cosas de su hijo. Además, de ese cuarto se veía bajar una sombra.

“Mi novia me contaba que siempre escuchaban sonidos, solo en ese cuarto. Ellas no sabían qué había adentro. Creían que se metía algún animal o que los sonidos eran producidos por el viento; pero un gato, perro o ratón no mueve una silla o mesa. Además, en el patio veían una sombra”, narró.

Una noche Roberto salió a caminar por el sector y sintió que lo seguían. En varias ocasiones miró hacia atrás, pero no veía a nadie. Sin embargo, luego de más de 15 minutos de caminata se percató de que detrás de él había una sombra de más de dos metros de altura.

“Esa fue la experiencia que me hizo creer. Ya había escuchado los ruidos en ese cuarto, pero no me asustaban. Pero cuando vi la sombra, supe que era algo serio, porque era la misma que veía mi novia. Aparte de que me estaba siguiendo en la calle. Yo salí corriendo hacia la casa”, recordó.

Tras contarle a su pareja la tétrica experiencia, ambos no pudieron dormir.

Pero al día siguiente se llenaron de valor y abrieron la habitación. Llevaron a una persona para que hiciera una limpieza espiritual. Encontraron cajas con ropa, muebles y varias imágenes religiosas.

“Nos dijeron que había un espíritu maligno grande. Hicieron la limpia y nos recomendaron botar las imágenes religiosas porque en esas se suelen alojar los espíritus. Pensamos que todo terminaría en ese momento, pero no fue así”, mencionó Roberto.

A la noche siguiente soñó que se volvía a encontrar con el supuesto espectro. Después sintió un golpe en el brazo derecho y se despertó. Cuando abrió los ojos, descubrió que la sombra estaba parada delante de él.

Las cosas no cambiaron. Luego de eso salieron de la casa. Roberto regresó con su novia a Quito y nunca más pasaron esos malos momentos. Esa vivienda quedó abandonada porque los eventos paranormales seguían.

"ENTIERREN SUS COSAS"

El especialista en casos paranormales Byron Caranco sostiene que cuando una persona fallece y la familia o amigos guardan las cosas de esta, no dejan que su alma se vaya al mundo de los muertos. Por eso es que se quedan en forma de espectros.

“La están aferrando aquí a la tierra y la mantienen en el lugar donde vivió porque están sus cosas, las cuales quedan con su energía. La otra forma de aferrar el alma de una persona es cuando le sacan un hueso de su cuerpo y lo guardan. La solución es que sus cosas las entierren en un camposanto”.