Un audio enviado a su teléfono celular en el que le decían que habían matado a su hijo Darwin, angustió a Hilda Rivera. “Le pegaron un tiro en la cabeza y desde hace una hora estamos buscando ambulancia y nadie lo quiere llevar, está tirado en el piso”, decía una mujer en la grabación.

Desde ese momento, Hilda y su esposo Luis se trasladaron desde Guayaquil, donde viven, hacia Manglaralto, en la provincia de Santa Elena, en donde desde hace seis años residía su vástago Darwin Luis Figueroa Rivera, de 47 años.

“Se unió con una mujer que puso un bar en ese lugar y como se enamoró de ella, él la ayudaba en el negocio, cuando nos comunicábamos decía que le iba muy bien”, narró la madre.

Cuando Hilda y Luis llegaron al hospital Manglaralto los médicos le confirmaron que su hijo estaba muerto. Incluso le confirmaron que cuando fue llevado a la citada casa de salud, ya estaba sin vida.

Según el padre de la víctima, quien pidió informe del hecho a la policía, hasta el night club Las Banderitas, en donde estaba Darwin, habría llegado un sujeto en una camioneta, se bajó y le disparó. A la 01:30 del domingo 14 de marzo se produjo el atentado.

El proyectil impactó en el cráneo de la víctima y la mató de manera instantánea.

Luis Figueroa tiene sus dudas y considera que algo más pudo haber pasado en el sitio donde asesinaron a su hijo y pidió a los investigadores que se revisen las cámaras del negocio.