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Judicial
Guayaquil: Presos se pasean por los techos de las cárceles
La presencia policial y militar no hace cambiar la actitud de los reos. Utilizan celulares y tiene hasta una hamaca para descansar.
La presencia de policías y militares en las cárceles, al parecer, no intimida a los presos en Guayaquil. Tras los incidentes en la antigua Penitenciaría del Litoral, más conocida como ‘Peni’, y en el Centro de Privación de Libertad Regional, se ha hecho común ver a los internos sobre los techos, incluso, con teléfonos celulares en su poder.
Esa situación es prohibida y penada con prisión de uno a tres años, según se establece en el artículo 275 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Sin embargo, en un recorrido realizado por un equipo de Diario EXTRA, la mañana del domingo 3 de octubre, se confirmó que los individuos caminan campantes por las partes altas de los pabellones y, por momentos, se encuentran con otros para charlar.
Y al mismo tiempo, observan hacia las puertas de ingreso de las prisiones, probablemente para alertar a sus jefes de algún operativo, como ocurrió el sábado, cuando recibieron a tiros a los uniformados que ingresaban para una inspección.
Guardias
En la cárcel Regional había sillas sobre la visera de uno de los bloques, pero no estaban ocupadas. No obstante, al ‘afinar’ la vista, se podía notar a tres individuos en una especie de puesto de vigilancia: uno estaba sentado, con un teléfono en mano, otro descansaba sobre una hamaca, y el tercero -con su espalda apoyada en una viga- revisaba también un dispositivo móvil.
Ellos cumplirían también funciones de guardias, para alertar de novedades a sus superiores, al igual que los sujetos que han construido garitas de control en las esquinas de los pabellones de la ‘Peni’ y que también pueden ser vistos desde la vía principal, sin mayor esfuerzo.
Pronunciamiento oficial
A pesar de lo que se observa en los centros carcelarios de la urbe, la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, informó a través de una transmisión en línea que la situación estaba bajo control, en manos de la Policía y las Fuerzas Armadas.
En sus declaraciones, la funcionaria enfatizó que estos problemas son “producto de las disputas territoriales y de liderazgo entre las organizaciones narcodelictivas que operan dentro de las prisiones”.
En cambio, la comandante general de la Policía, Tannya Varela, precisó que en la intervención ejecutada por los uniformados se decomisaron 13 armas: 6 fusiles y 7 pistolas, además de 1.136 municiones, 250 armas blancas 5 granadas 60 celulares y 6 kilos de droga.
Por cerca de 24 horas estuvo suspendido el servicio de alimentación en las cárceles de Guayaquil, porque la preparación se realiza en la cárcel Regional y justo el sábado 2 de octubre se suscitaron los incidentes que dejaron a seis presos heridos.
Sin embargo, la mañana del domingo 3 de octubre se reactivó ese trabajo y los camiones empezaron a trasladar la comida también hacia la antigua Penitenciaría del Litoral. En el lugar, los militares a cargo del primer filtro revisaron la mayoría de cajas en las que iban las tarrinas con la ‘jama’.
El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) informó que las raciones eran dobles.