La madre de un cabo segundo de la Policía Nacional espera que su hijo salga del hospital de la institución para encontrar a los responsables que lo dejaron agonizando en una vía de segundo orden de la parroquia Yaruquí, al oriente de Quito.

El agente habría sido víctima de una brutal golpiza que le dejó todo su cuerpo con hematomas y hemorragias internas en el cráneo. Los médicos que lo atendieron lo intervinieron quirúrgicamente para drenarle los coágulos de sangre que tenía acumulados y salvar su vida.

El cabo estuvo durante varios días en terapia intensiva hasta que pudieran estabilizarlo y trasladarlo a una sala del hospital en la que recibe los cuidados necesarios. Los médicos que atendieron al policía le comentaron a la progenitora que los golpes que tenía en la cabeza habrían sido provocados por objetos contundentes.

¿Cómo avanza la investigación?

La señora es oriunda de la provincia de Bolívar y recibió la noticia del estado de su hijo cuando ella estaba en su domicilio. 

Además, lo que le sorprendió fue que a la hora en la que se contactaron con ella, a las 15:00, su hijo debía estar en el trabajo, en la Escuela de Formación de Policías de Tambillo, en el cantón Mejía, lugar en el que se prepara a los jinetes y caballos que salen en manifestaciones.

No entiende cómo pudo estar a más de 50 kilómetros de distancia en hora laboral.

La progenitora habló con una teniente que acudió al lugar donde encontraron herido a su hijo. Ella le contó que en ese momento estaban una mujer y tres sujetos, quienes habrían sido los que alertaron de la emergencia. Luego se perdió la pista de ellos.

Cuando la oficial le detalló las características de la ciudadana y sus nombres a la madre de la víctima, esta se sorprendió porque la identificó como la esposa del policía.

¿Por qué delito se colocó la denuncia?

La teniente que acudió a la alerta intentó contactarse con la pareja del herido, pero no hubo respuesta y, hasta el cierre de esta nota digital, no han podido ubicarla.

Por su parte, la madre del cabo segundo fue a la Fiscalía a colocar una denuncia por tentativa de asesinato, en la cual explicó que su hijo, por reiteradas ocasiones, le habría dicho que su esposa solía agredirlo, “pero nunca presentó una denuncia porque pensaba que iba a cambiar su forma de actuar”.

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