En un operativo de inteligencia en la lucha contra el narcotráfico, la Policía Nacional del Ecuador logró evitar el envío de una significativa cantidad de droga a Europa. En la madrugada del 28 de enero, se llevó a cabo la operación “Ares IV” en el puerto marítimo de Guayaquil, donde fueron incautados 94 bloques de clorhidrato de cocaína, que tenían como destino final Bélgica.

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La incautación, que fue posible gracias a una combinación de herramientas de análisis de información y perfilamiento, se realizó tras una minuciosa inspección pre embarque a dos contenedores destinados a la exportación. La acción policial, ejecutada por la Unidad Nacional de Investigación de Puertos y Aeropuertos (UIPA) y la Unidad Nacional Canina (CRAC), se inició con una alerta emitida por uno de los perros detectores, los cuales indicaron una posible contaminación en los paneles de refrigeración externa de los contenedores.

El hallazgo resultó en la identificación de una sustancia blanquecina en el interior, que al ser sometida a las pruebas pertinentes, dio positivo para clorhidrato de cocaína. En total, la droga incautada pesó 93 kilos 530 gramos. Este cargamento, de haberse logrado enviar, habría sido suficiente para producir alrededor de 935.300 dosis de estupefacientes, que en el mercado europeo habrían alcanzado un valor estimado de 3.8 millones de dólares.

La intervención de los equipos policiales fue crucial para desbaratar una red de tráfico internacional de drogas que operaba desde Ecuador hacia el continente europeo. Tras el hallazgo en los contenedores, los agentes procedieron con la revisión de cámaras de seguridad y con la ejecución de tres allanamientos en diferentes inmuebles vinculados a la operación. Estos operativos condujeron a la aprehensión de seis personas de nacionalidad ecuatoriana, quienes presuntamente estaban involucradas en el intento de exportación del cargamento de droga.

Los detenidos fueron identificados por la Policía como Erik Antonni F. M., inspector reefer; Adrian Matías M. C., George Michael V. P. y Anthony David P. B., técnicos reefer; y Cristóbal Josue G. M. y Hamilton Leonardo M. N., supervisores de patio. Durante la aprehensión, también fueron incautados tres dispositivos GPS y cinco teléfonos celulares, elementos que serán fundamentales en las investigaciones posteriores.

Combate de la Policía al narcotráfico

La operación “Ares IV” se enmarca dentro de una serie de acciones que la Policía Nacional del Ecuador viene llevando a cabo para frenar el tráfico de drogas y desarticular las organizaciones criminales que operan en el país. La incautación de este cargamento de cocaína es un duro golpe para el narcotráfico, que, a través de diferentes métodos de ocultamiento, intenta transportar estupefacientes hacia mercados internacionales.

Ecuador, por su ubicación geográfica y sus puertos marítimos, se ha convertido en uno de los principales puntos de tránsito de drogas en América Latina. Las autoridades ecuatorianas han intensificado sus esfuerzos para combatir esta actividad ilegal, que no solo afecta la seguridad y la salud de las naciones, sino que también tiene un impacto negativo en la estabilidad social y económica.

La Policía Nacional del Ecuador ha manifestado que continuará con su labor de investigación y persecución de las redes de narcotráfico, utilizando herramientas tecnológicas avanzadas, el perfilamiento de riesgos y la colaboración internacional para desmantelar las estructuras criminales que operan a nivel transnacional. Asimismo, se ha destacado el papel fundamental de los perros detectores en la lucha contra el narcotráfico, los cuales, con su agudo sentido del olfato, juegan un papel clave en la localización de droga oculta en diferentes tipos de carga.

El caso también resalta la importancia de la cooperación entre diversas unidades especializadas dentro de la Policía Nacional, como la Unidad Nacional Canina y la UIPA, las cuales, mediante un trabajo conjunto, lograron frustrar este intento de envío de droga a Europa.

Por otro lado, las autoridades han señalado que el valor de la droga incautada podría haber tenido un impacto significativo en el mercado ilícito europeo, pues se calcula que las 935.300 dosis de clorhidrato de cocaína que se habrían producido con la sustancia confiscada habrían alcanzado un valor de más de 3.8 millones de dólares en el viejo continente. Este golpe al narcotráfico no solo significa una incautación de sustancias ilícitas, sino también una reducción en la violencia y la criminalidad asociada con el consumo de drogas.

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