El arte como bandera de lucha, esa es la filosofía de Gabriel Peña Zapatier, o solo Gabo, como lo conocen sus amigos y colegas. Su firma '6a30' se ha estampado en las paredes de Guayaquil, su ciudad, donde utiliza su talento como herramienta para generar cambio social llenando de color los espacios grises.

En la Pradera 3, al sur de la 'la Perla', con su iniciativa 'Bosque de colores', que nació con el apoyo de su familia y de varios amigos artistas, ha podido rescatar un parque que estaba destinado al consumo y venta de drogas.  Ahora se ven a los niños correr y jugar, a los adultos mayores hacer ejercicios, y a los visitantes tomarse fotos con los murales que son el principal atractivo del lugar.

Gabo conversa con EXTRA sentado en una banca del parque, se siente mucha tranquilidad, los vecinos pasan y lo saludan: "Mijito, como estás", él responde y continúa su relato. La acción comunitaria que realizó en 'Bosque de Colores' la concibió luego de un viaje que realizó por varios países de Sudamérica, hasta llegar a Paraguay.

Durante su estadía en tierra guaraní, conoció el barrio 'La Loma de San Gerónimo', patrimonio cultural de Asunción, ahí observó como todos los vecinos participaban activamente en su cuidado y conservación haciendo mingas, sembrando plantas y realizando arte, algo que Gabo decidió que debía replicar en las calles de su comunidad.

Así, un parque abandonado, sucio y gris, se convirtió en un bastión de activismo social y cultural impulsado por iniciativa ciudadana, sin esperar nada a cambio. El color, el teatro, la música y otras activaciones, fueron erradicando de a poco a los vendedores y consumidores de drogas, que se alejaron al mismo tiempo que las familias regresaban.

LA CALLE, EL LIENZO DE UN MURALISTA SOÑADOR

El guayaquileño cuenta que hasta sus 19 años estuvo "desconectado del arte". Cuando ingresó a estudiar a la ESPOL conoció en una de sus materias a Jean-Mishel Basquiat, un artista neoyorquino que pintaba grafitis y murales en las calles de la gran ciudad bajo el pseudónimo de SAMO.

Pintar a gran escala le llamó mucho la atención, sin embargo lo suyo nunca fueron las letras ni los grafitis, Gabo prefería lo pictórico, los colores, los rostros y las historias. Empezó pintando monos y cangrejos para practicar, pero su fascinación por el animal representativo del manglar guayaquileño la mantuvo y la convirtió en su marca.

SÍ HAY CANGREJO

En la obra de '6a30', las referencias culturales y sociales hacia Guayaquil están  presentes constantemente, es que Gabriel tiene su taller y casa a pocos metros del Estero Salado, cerca del manglar.

El cangrejo se convirtió en su ícono y marca, ha pintado murales y obras enteras donde el protagonista es aquel crustáceo que enloquece a los guayaquileños. Además le dio identidad, lo convirtió en un personaje que canta, baila, pelotea, chupa con los panas, incluso hasta se lanzó para presidente.

PINTANDO PERSONAJES POPULARES

El arte de Gabo se ha viralizado algunas veces en redes sociales. En Bosque de Colores ha retratado a personajes populares que admira, además de deportistas que le han dado grandes logros al país. 

Don Alfonso Espinoza de los Monteros, Neisi Dajomes, Pamela Cortez, Sergio Sacoto y Chito Vera son algunos de los rostros que han sido plasmados en las paredes de un gran Mural en el parque de la Pradera 3.

El reconocimiento de la gente que comparte la admiración por estos personajes ha provocado que cada vez más personas se interesen por conocer el arte en este rincón de la ciudad. Inevitablemente las publicaciones han llegado hasta la retina de los protagonistas, quienes han agradecido a Gabo por homenajearlos con colores.

Don Alfonso visitó su mural y publicó un video en su cuenta de Instagram.

El mural favorito de Gabriel, que también es el último que ha pintado en Bosque de Colores, es el del peleador ecuatoriano de artes marciales mixtas, Marlon 'Chito' Vera. "Me gusta mucho, es mi favorito, por los colores que usé y lo bonito que quedó".

Sin duda, ha sido uno de los más populares entre los usuarios de redes sociales que asisten hasta el lugar para fotografiarse junto al luchador orgullo de Chone, que goza de gran popularidad debido a que se ha ganado su lugar en la élite de las MMA con esfuerzo y trabajo duro, dos cualidades que Gabo quiso destacar en el mural.

METAS POR CUMPLIR

Ser artista urbano es complicado en una ciudad donde la expresión artística  no es una prioridad de las autoridades que la dirigen. Sin embargo, Gabriel Peña ha logrado pintar de color espacios grises, combatiendo los males sociales armado con una brocha, y levantando la bandera del arte como instrumento de cambio y trasgresión.

En los 7 años que lleva como muralista, ha logrado cosas que nunca imaginó, pero no deja de soñar. Sus próximos objetivos son pintar una gran obra en vertical en la pared de un gran edificio, además de internacionalizar su arte pintando en distintos países de la región.