Durante la mañana de este 16 de enero se llevan a cabo diferentes operativos en Esmeraldas y Pichincha para detener a gente implicada en nuevos casos de corrupción. “Fiscalía lidera el operativo llamado Caso Fachada a través de la Unidad de Fuero Provincial de Pichincha y la Unidad de Transparencia y Lucha contra la Corrupción”, precisó el Ministerio Público a través de la red X.

La entidad precisó que la investigación se inició por una denuncia ingresada por el buzón de transparencia de la institución. “Los involucrados –a través de argucias jurídicas– estarían intentado obtener la libertad de los hijos de Roberto Carlos Álvarez Vera (presunto líder de la organización delictiva Los Comandos de la Frontera)”.

Este hombre fue detenido en un operativo policial que se ejecutó en cinco provincias el 29 de agosto de 2024. Freddy Sarzosa, director general de Investigación de la Policía, dijo en ese tiempo que Roberto Carlos Álvarez Vera, al ser el presunto el líder de la organización en Ecuador, era también el presunto coordinador del tráfico internacional de drogas.

“Ha constituido un imperio económico en Ecuador y en España, en el que están implicados sus hijos Carlos y Kerly Álvarez. Es el principal financista”, dijo Sarzosa en ese tiempo durante los operativos que se ejecutaron.

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Las evidencias en el Caso Fachada

Hasta el cierre de esta noticia, continuaba el levantamiento de indicios y los allanamientos a viviendas y oficinas de los involucrados, en el marco de la investigación por los presuntos delitos de delincuencia organizada, tráfico de influencias y otros relacionados con corrupción.

“Entre los indicios fijados y levantados por Fiscalía se incluyen: fajos de dinero en efectivo, celulares, dispositivos USB, computadores y documentos que tendrían relación con los hechos investigados”, precisó el Ministerio Público. Según el ente, en el Caso Fachada se involucraría a jueces anticorrupción y abogados.

El grupo criminal Comandos de Frontera es una facción delincuencial colombiana que opera en territorio ecuatoriano, principalmente en provincias como Sucumbíos y Orellana. Cuando se asestó el golpe en contra de los criminales en agosto del año pasado se reveló que sus aliados estratégicos en esas zonas son Los Lobos.

Estos han generado una encarnizada lucha por el control del tráfico de drogas y de la minería, según la Policía, con el grupo delictivo Los Choneros, cuya presencia también se ha incrementado en ambas provincias, desatando una ola violenta sin precedentes.

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