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Familia de joven que murió al caer de atracción en EE.UU. demanda al parque
Los padres de Tyre Sampson, el chico de 14 que falleció en marzo en la máquina de caída libre, acusan a los dueños del Orlando Eagle Drop Slingshot de "homicidio culposo".
La familia del adolescente de 14 años que murió en marzo pasado al salir disparado de una torre de caída libre en un parque de atracciones de Orlando, en el centro de (Florida), demandó este lunes al parque y a la empresa propietaria de la atracción, informan medios locales.
La demanda fue presentada ante un tribunal de Orlando por los padres de Tyre Sampson, natural de Misuri, y en ella acusan a Orlando Eagle Drop Slingshot, compañía propietaria de la atracción, y a ICON Park de "homicidio culposo", recogió el canal WESH2.
El hecho ocurrió el pasado 25 de marzo en el ICON Park, ubicado en el distrito turístico de Orlando, cuando Sampson, quien se encontraba en esta ciudad de visita con amigos, decidió subirse a la atracción Free Fall, una torre de 131 metros de altura con una caída libre de más de 120 km/h.
EL AJUSTE MANUAL DEL ARNÉS PUDO SER LA CAUSA DE LA CAÍDA
Todo parece indicar que, dado que Sampson era un adolescente de gran corpulencia, con unas 300 libras peso, el equivalente a 136 kilos, el operador de la atracción ajustó manualmente la apertura del arnés y el sensor del asiento para permitir su acomodación, según la investigación de la firma de ingeniería Quest Engineering, de Tallahassee (Florida).
Pero el chico, jugador de fútbol americano, se precipitó al vacío cuando la atracción se puso en movimiento para recorrer en picado 430 pies de altura (131 metros).
En una conferencia de prensa en días pasados, la comisionada de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida, Nikki Fried, dijo que el reporte de la investigación concluía que "el sensor de seguridad del asiento se ajustó manualmente" al gran tamaño del chico, lo que permitió que la apertura del arnés fuera casi el doble de lo normal.
En la demanda, los padres de Sampson, Nekia Dodd y Yarnell Sampson, alegan "negligencia" y "responsabilidad" en el suceso por parte de los acusados: el propietario, el fabricante de la atracción, el contratista de la construcción e ICON Park.
Y añade que, si bien la mayoría de las atracciones similares a Free Fall están equipadas con un arnés y un cinturón de seguridad, la atracción Free Fall de ICON Park no contaba con cinturones de seguridad.
Ben Crump, el abogado que representa a la familia en la demanda, dijo hoy en un comunicado que el fabricante de la atracción "no implementó adecuadamente las características de seguridad", por lo que el chico "cayó al menos a cien pies sobre el pavimento después de ser lanzado fuera de la atracción", recogió el canal NBC News.