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Drama por ecuatorianos secuestrados en México
Familiares de las víctimas hablaron con EXTRA. Aseguran que desde septiembre fueron raptados en Ciudad Juárez, al parecer por Los Zetas, uno de los carteles más sanguinarios.
El 6 de agosto de 2022 fue la última vez que Rosa Benítez abrazó a Jonathan Morocho. Ese día, su hijo de 20 años, empezó desde Zamora un sueño que se convirtió en pesadilla: migrar a Estados Unidos.
“Siempre lo acompañaba a todas partes. Es mi niño. Estaba endeudado y trabajaba en la minería, quería mejorar su calidad de vida”, confiesa Benítez.
Exactamente un mes después de partir de Ecuador tuvieron la última comunicación. En septiembre, Morocho le escribió por WhatsApp para decirle que estaban a punto de cruzar un río para entrar a territorio norteamericano.
Al otro día, el único mensaje que recibió fue un “buenos días”. Después de ello, nunca más volvió a saber de su hijo.
A partir de entonces, la coyote ‘Rouss’ les ha pedido constantemente dinero por noticias que nunca llegan. En total, la familia de Jonathan ha pagado cerca de $ 16.500, además de $ 5.000 que fueron depositados a la transportadora.
“Ella no da la cara y ahora nunca nos contesta”, dice con angustia la madre.
Cerca del 20 de septiembre se dieron cuenta de que Jonathan estaba secuestrado, al parecer, por el cartel de Los Zetas, uno de los más sanguinarios de México.
Según su progenitora, Morocho no logró ingresar a las Fuerzas Armadas y por ello se dedicó a trabajar en la minería.
Obtuvo un crédito de 14.000 dólares para iniciar un negocio, pero no le fue bien y por ello migró.
“Trabajaba solamente para pagar la deuda y esa fue la razón que lo empujó a migrar. Se despechó por eso y luego consiguió el dinero para el viaje a Estados Unidos. Nunca nos imaginamos pasar por este infierno”, lamenta Benítez.
Este mismo cartel también se contactó con Margarita Dota, madre de Alejandro Malla, quien también se encuentra secuestrado desde la misma fecha que Jonathan. “Nos llamaron desde un número desconocido y nos dijeron que tienen a mi hijo secuestrado. Primero pagamos $ 5.000 , luego enviábamos entre $ 1.000 y $ 3.000. En total, nosotros hemos pagado unos $ 14.000”, revela Dota entre sollozos.
Malla salió desde el cantón azuayo Santa Isabel también en agosto y, al igual que Morocho, desapareció el 6 de septiembre cuando iba a cruzar por Ciudad Juárez. Ambos jóvenes iban con la misma coyote, ‘Rouss’.
Otra de las víctimas identificadas del grupo de siete secuestrados es Jeremy León, de 20 años, quien partió hacia Estados Unidos desde la provincia de El Oro. En Ecuador se dedicaba a trabajar como agricultor en bananeras.
¿Por qué migran irregularmente?
William Murillo, vocero de la organización 1800migrantes.com, aseguró que los siete ecuatorianos secuestrados en México son menores de 25 años y que los familiares realizaron la denuncia el pasado 28 de diciembre.
“Los secuestradores mexicanos, que se identificaron como miembros de Los Zetas en Ciudad Juárez, México, no tienen ningún problema en aterrorizar a las familias ecuatorianas indicándoles que si no pagan el rescate los van a matar”, asegura Murillo.
La razón por la que tardaron tanto en denunciar, presume Murillo, es el miedo. “Las familias están esperando alguna noticia por parte de los coyoteros. Conversan con ellos y dan noticias falsas, piden que depositen para conseguir información o que la semana que viene tendrán noticias”.
Las rutas más frecuentes de migración a Estados Unidos son desde Guayaquil a Panamá o El Salvador. Posteriormente van con guías hasta Guatemala y cruzan a México, detalló a EXTRA el vocero.
Esta problemática es recurrente dada la facilidad que hay para contactar a coyotes en Ecuador. “Estas personas se promocionan por Facebook y TikTok, además de por recomendaciones de otros”.
Murillo añadió que las autoridades, hasta el momento, no se han pronunciado sobre esta problemática y que la respuesta de la Cancillería ha sido el silencio.
¿Quiénes son Los Zeta?
El cartel de Los Zetas es una organización terrorista mexicana, considerada como una de las más poderosas y sanguinarias. Este grupo durante años se ha dedicado a secuestrar, asesinar, torturar y desaparecer personas, además de sembrar el terror en la población.
Algunas de las marcas distintivas de sus asesinatos son los cuerpos mutilados y cadáveres colgando de puentes.
La banda nació a finales de la década de los 90 como una extensión del Cartel del Golfo. El cabecilla, Osiel Cárdenas, en ese entonces formó un ejército con hombres entrenados en combate y reunió, en gran medida, a militares y policías con experiencia.
Sin embargo, en 2010 Los Zetas rompieron la alianza con el Cartel del Golfo y se inició una guerra por el control del territorio.