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El COVID-19 no perdona ni al cabello
Médicos coinciden que la caída del pelo no es un síntoma común de coronavirus, pero sí se han dado casos. Mantenga la calma y coma brócoli y aguacate
Salomé tenía la sensación de que algo caminaba por su cabeza. Una comezón constante hacía que se rascara hasta sangrar. “Llegue a pensar que eran piojos. Estaba desesperada. Luego se me empezó a caer el cabello de forma tan abundante que estaba segura de que me quedaría calva”, menciona la joven.
Una semana más tarde, la chica descubrió que tenía COVID-19. “No tuve más síntomas que ese. Ni siquiera dolor de cabeza”, precisa.
Hoy, la picazón ha desaparecido casi por completo. Sin embargo, la pérdida de cabello se mantiene en ella.
Según la dermatóloga Lorena Jaramillo, aunque no es un síntoma común del coronavirus, no es el primer caso que ha escuchado de ese tipo. Aunque al momento se desconocen cuáles son las causas de estas afecciones en el cuero cabelludo, la especialista asegura que se trata de una situación temporal.
“Puede ser bastante molesto para los pacientes, pero generalmente desaparece en unos tres o cuatro días”.
Otras complicaciones
En ocasiones, la comezón viene acompañada de erupciones cutáneas que, según Jaramillo, son similares a los hongos y producen lesiones rojas. “Algunas pueden provocar dolor como en el caso de la psoriasis”, agrega.
Cuando existe este tipo de manifestaciones corporales, es necesario acudir a un médico y comenzar un tratamiento para evitar que se extienda la erupción.
Por lo demás, el lavado diario del cuero cabelludo puede aliviar las molestias. “Se debe hacer con un champú que tenga ingredientes naturales como el aloe vera, la ortiga, romero o aceite de oliva”, explica.
Algo en el organismo
El médico internista Gabriel Prado coincide con Jaramillo en que el síntoma no es común para coronavirus, aun así advierte que se trata de algo anormal en el organismo. “Puede que la pérdida del cabello evidencie que el sistema inmunológico de quien la padece está afectado y no se debe tomar a la ligera”, refiere.
Aunque estas molestias pueden ser una muestra leve de la enfermedad, hay otras ocasiones en las que es solo el inicio de síntomas más comunes como el dolor de cabeza, la fiebre y la fatiga.
“Se trata de un virus nuevo y tan impredecible, por lo que todos estos procesos corporales deben ser observados para evitar que desencadene algo delicado”, añade.
Además de una higiene adecuada de la cabeza, Prado recomienda tener hábitos saludables de alimentación y sueño. Estos fortalecerán las defensas de los pacientes y mitigarán los daños en el cuerpo.
“Una dieta rica en vitaminas B5 y B6 previene estos problemas. Estos nutrientes están presentes en el brócoli, el aguacate, el pescado y el hígado”, detalla.
Ambos especialistas también apuntan a que la solución para esta sintomatología es evitar el estrés, ya que este puede bajar las defensas”, concluye.