Los desgarradores gritos que provenían desde la casa de Ketty, una mujer de 37 años oriunda de Colimes, alarmaron a sus familiares, haciéndoles temer lo peor.

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Al llegar a la vivienda, se encontraron con una escena aterradora: Ketty yacía en el suelo, cubierta de cortes profundos por todo el cuerpo. Lo más escalofriante fue descubrir que su mano izquierda había sido brutalmente mutilada.

Este macabro suceso, que también dejó gravemente herida a la hija de Ketty, de 18 años, ocurrió la noche del pasado lunes 19 de agosto en el recinto María Teresa, perteneciente al cantón Colimes, provincia del Guayas.

Los familiares de las víctimas identificaron a Darwin Galán, un vecino de la zona, como el presunto responsable.

Abraham Aguirre, abogado de la familia de las víctimas, indicó que, al parecer, la intención del atacante era agredir sexualmente a Ketty.

“Fue una verdadera carnicería, y a pesar de estos elementos y de que la Fiscalía pidió la prisión preventiva, el juez no acogió el pedido. Argumentó que el agresor podría estar sufriendo de esquizofrenia y, por tanto, no podría estar en un centro de reclusión, por lo que se le otorgaron medidas alternativas. Este individuo representa un peligro y es probable que ya no esté en su hogar”, expresó Aguirre.

Un allegado de las víctimas relató con tristeza cómo se desarrollaron los hechos que ahora tienen a sus seres queridos hospitalizados.

Aquella noche, Ketty y sus dos hijos estaban en casa de su suegra, en el mismo recinto. Pasadas las 21:00, regresaron a su hogar. Aproximadamente una hora y media después, un fuerte estruendo despertó a Ketty. Al levantarse, vio a un hombre dentro de su casa, empuñando un machete.

“El hombre colocó una escalera para entrar a la casa por un espacio entre la pared y el techo. Al subir, cayó sobre una mesa plástica y forcejeó con Ketty. Luego la atacó con el machete, cortándole tres dedos y la mano. También le hizo cortes en la cabeza, arrancándole parte del cuero cabelludo. Su hija, al escuchar los gritos, se abalanzó sobre el agresor, resultando también con cortes en la cabeza y las piernas”, narró el familiar.

Varios familiares acudieron rápidamente al escuchar los gritos de auxilio. En ese momento, una tía alcanzó a ver a un hombre saliendo apresuradamente de la casa, aunque no logró identificarlo con claridad. Intentaron detenerlo, pero el agresor logró escapar. Mientras tanto, la hija, con los brazos llenos de cortes, trataba desesperadamente de sostener a su hermanito de un año y medio y sacarlo de la casa.

Tanto la madre como la hija fueron llevadas inicialmente a una casa de salud en Balzar y, debido a la gravedad de sus heridas, fueron trasladadas a un hospital de Guayaquil donde permanecen internadas.

El presunto agresor, quien trabaja como agricultor, fue entregado por su propio padre a la Policía. En la audiencia de formulación de cargos realizada en el Complejo Judicial de Balzar, se le dictaron medidas alternativas a la prisión.

Ketty, quien enviudó hace poco más de un año, presenta 14 machetazos y está a punto de perder también su mano derecha, mientras que su hija tiene cuatro heridas. Ambas tienen cortes en la cabeza, piernas y brazos. Los médicos informaron a sus seres queridos que deberán permanecer hospitalizadas durante un tiempo indeterminado. 

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