Para las madres, maquillaje, perfumes, viajes, ropa, carteras, neveras, serenatas y, como bajito bajito, un ramo de rosas. Para ellos, lo básico: algo relacionado al deporte, medias, calzoncillos, pañuelos y trago, y pare de contar. Sin embargo, la ‘hora de la rebeldía’ ha llegado, impulsada, claro está, por el comercio y los deseos de ganar un billetito extra en esta época.

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Como parte de esa iniciativa, los comerciantes del corazón de la Perla del Pacífico ofrecen una variedad de productos para homenajear a papá, desde bandas de ‘padre símbolo’ hasta jarros y arreglos decorativos acompañados de su respectiva cervecita, ya sea de Barcelona o Emelec, según el gusto del cliente.

Aunque las ventas están muy lejos de las del Día de la Madre, el padre poco a poco se está ‘abriendo cancha’ y compitiendo por estar a la par, aunque el camino es bien ‘jodido’ aún. Así lo asegura Maritza Torres, del local M. Torres, ubicado en la calle Pío Montúfar 221 y Clemente Ballén. “No se compara con el Día de la Madre, nunca se va a comparar”, explica, al tiempo que añade que “ese día es más movido y la gente muestra más emoción”. Sin embargo, este año más clientes han preguntado y comprado algo para el ‘veterano’.

Hay quienes piensan que esta es una fecha para celebrar en familia, como es el caso de Paula Solís, quien organiza una integración a la que asistirán alrededor de 100 personas, entre parientes, amigos y vecinos que son papás. La banda de ‘Padre Símbolo’ será el premio al ‘papito’ más competitivo y ágil.

Por su parte, Ceci Muñoz, del local Plasti Tex, ubicado en 6 de Marzo y 10 de Agosto, concuerda en que las ventas para esta fecha no son comparables con las del día de mamita. “Los clientes vienen poco por corbatas y coronas, compran más cosas sencillas. En cambio, cuando festejan a la mamá hay harto movimiento, se llevan globos, arcos de globos y hasta ‘full’ gente se ve pasar”.

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En el local La Famosa, en las calles 6 de Marzo y Clemente Ballén, la vendedora Jessenia Conforme comenta que “los clientes vienen a consultar porque solo hay cosas para el Día de la Madre. Cuando es el Día del Padre, menos de la mitad”.

Pero Rosa Guacho, comerciante del local D’ Elena, sostiene que este año las ventas han mejorado en algo. “Han venido clientes a llevar sus bandas, corbatas y hasta interiores para que les cambien esos con huecos”, dice entre risas. Además, explica que elabora las bandas cortando la tela, planchándola y colocando pegamento para esparcir la escarcha.

A fin de cuentas, a pesar de que las ventas no siempre se igualan, la creatividad de los comerciantes pelea su espacio para hacer de este un día de ganancias. Y que no solo se regalen pañuelos o calzoncillos. “Aunque el billete salga del mismo homenajeado”, manifiesta entre risas Elvira Jiménez, una madre de familia que ayer esperaba la transferencia de su esposo para ir a comprarle su regalito.

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