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El cargamento de velas con droga tenía como destino Estados Unidos.Cortesía

¡Coca ‘religiosa’! Pretendían enviar la droga dentro de cirios hacia la 'Yoni'

La cocaína iba a salir desde la capital. Hubo otros casos en Guayaquil en los que pretendían enviar la droga en fundas de café e impregnadas en ropa.

Uno de los canes amaestrados de antinarcóticos, llamado Ela, se puso ansiosa cuando la llevaron a la sala de embarque de una agencia de correos del norte de Quito, la noche del último sábado.

La perrita fue hasta una caja de cartón amarilla y raspó la superficie. Los agentes la abrieron y encontraron seis cirios que estaban adornados con querubines en su envoltura. Para los uniformados no se les hizo raro hasta que rompieron una de las velas con un estilete. No era cera lo que había dentro, sino cocaína alrededor de un cilindro de plástico.

Luego de las pericias, los agentes determinaron que entre todos los cirios había media libra de cocaína, lo que representa 4.876 dosis.

Los investigadores indagan si la persona que envió el cargamento formaría parte de una organización criminal que tiene nexos con los carteles de México.

Se conoce que la remitente de la caja es una mujer que vive en el sur de la capital y no tiene antecedentes penales. Por su parte, el destinatario es un hombre que radica en el sur de Ohio, en Estados Unidos. La Policía busca identificar su nacionalidad, pero está seguro de que no es el sacerdote de una iglesia.

Otros casos

En el aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil, la Policía también incautó cerca de 2 kilos de cocaína en dos diferentes casos. En el primero, los agentes encontraron la ‘merca’ dentro de dos fundas de café. Según el reporte, “la sustancia polvorosa color marrón terminó siendo coca”. Esta encomienda tenía como destino la ciudad de Madrid, en España. Su peso era de una libra.

La Policía antinarcóticos informó que en lo que va del año se han incautado 51 toneladas de estupefacientes.

El otro cargamento se trataba de dos sacos de lana que estaban dentro de una envoltura de plástico transparente. Para los agentes se les hizo extraño que el can de rastreo se haya acercado a las prendas. 

Sin embargo, cuando sacaron un pedazo de la textura de uno de los sacos para analizarlos, concluyeron que la cocaína estaba impregnada en el textil. Cuando sacaron la droga determinaron que pretendían llevar más de una libra y media. El remitente de este cargamento era de Santa Elena y su destino era en Reino Unido.