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Ciudadanos ven con escepticismo la aprobación de la ley que regula el uso progresivo de la fuerza
Unos creen en ella, otros no tanto. Hay quienes piensan que los antisociales tienen más privilegios que la gente y los uniformados. Experto señala que una cosa es el papel, otra la calle.
“No valdrá para nada, ya los ‘choros’ y asesinos le perdieron el miedo y respeto a las autoridades”, dice Jonathan Cruz (38 años), a quien le da lo mismo que los legisladores hayan aprobado la ley que regula el uso legítimo y excepcional de la fuerza en el accionar de los miembros de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas.
Henry Contreras (29) es escéptico. “No todos los policías son justos y pueden abusar de este poder, pero también hay que reconocer que los pillos van un paso adelante a las autoridades. Estos delincuentes usarán a más menores de edad en sus fechorías y si los agentes usan la fuerza se armará un escándalo y brincarán los de Derechos Humanos y se abolió la ley”, indicó.
En el debate parlamentario se habló de aspectos relacionados con la necesidad de determinar políticas estatales en materia de respeto de los Derechos Humanos de todos los ciudadanos. Asimismo, garantizaron las protestas, en cuyas manifestaciones se prohíbe la utilización de armas letales en operativos.
También se regula contextos y situaciones específicas en las que se deban de emplear la fuerza, se norman procesos y se fija el marco de regulación para la capacitación, entrenamiento y evaluación de los agentes del orden y la seguridad nacional.
Carlota de Álvarez (35) cree que más que combatir a la delincuencia hay que evitar que se formen nuevos pillos. “Ver un video de un niño tomando cerveza y fingir que su mano era un arma, qué puedo esperar de él más adelante. No se fijan en esas cosas. Ojalá la ley sirva”, concluye.
"Consúltenle a los uniformados"
Para el general en servicio pasivo, Abraham Correa, la ley ayuda, pero no es todo. “No es lo mismo estar detrás de un escritorio, argumentar y escribir una ley, que oír a quienes viven en carne propia el hecho, los uniformados. ¿A quién se enfrentó el Ministro de Gobierno o los asambleístas? (quienes conformaron el equipo que elaboró el cuerpo legal). Vamos a caer en lo mismo, que si el policía actúa fuera de la ley, si fue racional...”.
Correa insiste que los poderes del Estado deben de trabajar juntos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). “La autoestima de los agentes está por el suelo, no tienen garantías reales, no los capacitan. Los delincuentes de ahora no son iguales a los de décadas pasadas, ahora son organizados”.