Exclusivo
Actualidad
Un chongo sería el ‘paredón de los capos’
El líder de una banda se salvó de la muerte. El presunto sicario estuvo bebiendo en aquel sitio y pretendía ‘virarlo’, pero se le mojaron las balas
Uno de los siete chongos ubicados en el Distrito Quitumbe, en el sur de la ciudad, sería un lugar ‘estratégico’ para los sicarios, según los moradores y la Policía.
La madrugada del domingo, José Medina fue capturado cerca del centro de tolerancia luego de que supuestamente intentara asesinar al líder de una organización delictiva, conocido como Cuco.
Según las primeras indagaciones, el supuesto sicario tenía información clave en su celular. Al parecer, fue contratado en Quevedo, Los Ríos, de donde él es oriundo.
En los mensajes, un hombre explicaba a Medina que debía quedarse cerca de la capital hasta que le avisaran la hora en la que llegaría su objetivo.
El sospechoso se habría quedado bebiendo en un bar de Machachi y a la medianoche recibió en tres mensajes de texto: un nombre, el alias de Cuco y la fotografía de este bebiendo en el interior del chongo.
— “¿Y el juguete?”, respondió el sospechoso.
— “Está escondido en el baño”, le contestaron.
Medina había llegado al chongo pasada la 01:00 y pidió cervezas. Luego fue a sacar el revólver en la parte trasera de un inodoro.
Minutos después se levantó de su mesa, se acercó a su víctima y detonó por dos ocasiones. Huyó del lugar.
El coronel Joan Luna, comandante del Distrito Quitumbe, indicó que fueron alertados de los disparos y enviaron a dos uniformados. Los guardias les señalaron a un sujeto que estaba huyendo. La teniente y su acompañante lo persiguieron en el patrullero. “El tipo apuntó a la oficial y jaló el gatillo, pero no salió la bala”.
Los gendarmes le obstruyeron el paso con el vehículo y antes de esposarlo, el sospechoso intentó nuevamente disparar a la teniente, pero tampoco salió el proyectil.
Luna explicó que posiblemente se le encasquilló la bala porque estas se habrían humedecido en el agua del inodoro. “Las balas con las que intentó matar a su víctima continuaban secas”, añadió. Dijo que al presunto asesino le habría fallado la puntería porque estaba ‘pluto’.
Mientras tanto, la oficial recibe terapia psicológica para superar el evento. “Se quedó con temor de ser asesinada”.
Una cuadra de terror
Juan Gavilánez trabaja en un motel cerca del chongo y contó que todas las noches que abren ese lugar sucede algo.
Recordó que hace un mes escuchó un tiroteo a la madrugada y vio que un vehículo perseguía a otro por la avenida Otoya Ñan. Luego se enteró que asesinaron a dos hombres y a una mujer.
Según la Policía, uno de los tipos era el ‘pez gordo’ de una organización y estaba amenazado de muerte. La joven que murió no tenía nada que ver con el problema entre ellos.
Luna enfatizó que las instituciones municipales deben colaborar en el control de estos espacios. “Deben analizar si estos centros de tolerancia deben estar dentro de la zona urbana y si cumplen con todos los requisitos”.
El comandante mencionó que de los siete chongos –todos puntos críticos–, tres están ubicados en Las Cuadras, dos en Quitumbe y dos en Turubamba. En todos estos lugares hay constantes patrullajes.