“Mi hermano fue una persona profesional, dedicada y entregada a su trabajo. Era abogado, magíster, tenía un doctorado y un curso avanzado en criminología. Era un amante del salto libre”, manifestó uno de los hermanos del jefe de la Comisión de Tránsito del Ecuador, Ronald Patricio Gancino Chávez, asesinado la noche del sábado 25 de enero en Chipipe, Salinas.

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Ronald, con el grado de teniente coronel, habría cumplido 44 años el próximo 6 de abril. Desde hace dos semanas se desempeñaba como jefe provincial de la CTE en Santa Elena. Recibió cinco impactos de bala en la cabeza mientras compartía con amigos junto a la playa.

Su hermano relató a EXTRA que Ronald no tenía problemas con nadie y tampoco había recibido amenazas de muerte ni había advertido de algún tipo de intimidación.

“Estamos convencidos de que se trató de una equivocación. Horas antes, en el grupo estuvo un amigo muy parecido a mi hermano, que incluso vestía de manera similar. Se tomaron fotos juntos y, cuando las vi, quedé impactado por el parecido. Me gustaría saber por qué lo mataron. Mi hermano estuvo en el lugar y en el momento equivocado”, manifestó el hermano mayor del oficial de tránsito asesinado.

El criminal se acercó al grupo de personas por la espalda. En el ataque también murió Kleitver Antonio Balón González, de 24 años, y otras tres personas, entre ellas una mujer, resultaron heridas. El asesino utilizó un arma de fuego tipo pistola. Los cuerpos quedaron sobre la arena, muy cerca del mar.

Retiro de la encomienda

El hermano del fallecido contó que el día de su asesinato, Ronald debía retirar una encomienda en la terminal terrestre de Santa Elena. Sin embargo, no pudo hacerlo y envió a un amigo en su lugar.

“El amigo tampoco pudo retirarlo. Queremos aclarar qué contenía el paquete que mi hermano debía recibir: eran unas placas que había mandado a hacer. Al morir mi hermano, yo me acerqué a retirarlas. Pedí el acompañamiento de la Policía para descartar cualquier situación que lo vinculara con un acto delictivo”, aclaró el familiar del oficial de la CTE, cuyos restos fueron sepultados la tarde del lunes en el camposanto Jardines de la Esperanza en Guayaquil.

El día de su asesinato, su jornada comenzó a las 07:00 y concluyó a las 16:00.

Durante dos meses trabajó como jefe de la CTE en Posorja. “Era jefe provincial en Salinas. Ocupó el cargo por un año, hasta noviembre de 2024, cuando fue transferido a Posorja como jefe. Permaneció allí hasta los primeros días de enero. Luego, gracias a gestiones del gobernador y del alcalde, se dispuso su regreso a Santa Elena”, concluyó el familiar.

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