Se graduó hace dos años en el colegio fiscal Manuel Córdova Galarza, de Guayaquil,    y desde entonces llevaba ya dos intentos para ingresar a una universidad pública y seguir una licenciatura en Educación Básica, pero no alcanzaba cupo.

Este año, Narciso Niama, de 24 años, se enteró de las becas estatales para estudiar en una universidad particular, se inscribió, completó los requisitos, se sometió a las pruebas y resultó favorecido. El martes 2 de mayo fue uno de los nuevos alumnos que comenzaron las clases en esa institución. Y en la carrera que él deseaba.

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“Es una gran oportunidad para los jóvenes, tanto para los nuevos bachilleres como para los que aún no han podido iniciar su carrera”, expresa Niama.

Una situación similar relata Nayla Granados, de 20 años. Ella se graduó también hace dos años en el colegio réplica Aguirre Abad y no lograba conseguir cupo en una universidad pública. Gracias a una amiga se enteró de esta opción, realizó el proceso y ahora es estudiante de la carrera de Educación Inicial.

“Hay familias que no tenemos cómo pagar una universidad particular, entonces siempre son bienvenidas estas oportunidades”, coincide. Estas becas las ofrecen universidades particulares cofinanciadas, es decir, las que cobran aranceles y a la vez reciben recursos del Estado. Hay ocho en el país, de las cuales al menos tres tienen sede en Guayaquil: la Universidad Laica Vicente Rocafuerte (ULVR), la Universidad Católica Santiago de Guayaquil (UCSG) y la Universidad Politécnica Salesiana (UPS).

Aunque estas determinan las plazas y realizan la convocatoria y selección de beneficiarios, las becas las financia el Estado a través de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

La titular de la entidad, Andrea Montalvo, dijo en una entrevista anterior a EXTRA que este año asignaron 55 millones de dólares para 10.000 becas en estas instituciones. Estos son 10.000 cupos adicionales a los 121.000 que habrá en las universidades públicas. Y otras 20.000 becas en institutos superiores tecnológicos privados.

Los vicerrectores académicos de la Laica, Rolando Villavicencio; y de la Católica, Florencio Compte, aclaran que sus instituciones ya venían ofreciendo estos beneficios a sus estudiantes, sea por méritos académicos, deportivos, culturales, etcétera. (La Católica tiene un sistema de pensiones diferenciadas). 

Además, que desde antes recibían alumnos de la Senescyt por el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión (SNNA). Y que con todo ello superan   el 10 % de becados del total del alumnado que la ley les exige. Pero coinciden en que en este año hay un programa de Responsabilidad Social de becas totales para estudiantes de hogares de escasos recursos y buena trayectoria académica colegial.

La Laica hizo el proceso de convocatoria y selección en abril pasado, tuvo más de 1.400 aplicantes y seleccionó a 920 que ya comenzaron las clases. La Católica está aún en ese proceso, recibirá aplicaciones hasta el 18 de mayo, aunque por ahora prevé recibir solo a 100. Pero Compte estima que esa cantidad podría duplicarse. En tanto, Villavicencio dice que en el segundo semestre recibirán a otros 720 becarios.

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