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¡Artistas de la 'vieja guardia' llenaron de música la cordillera Chongón-Colonche!
Gente del arte se reunió para ‘quemar’ el 2021 con anticipación. cLa naturaleza sirvió de telón para una alegre velada entre amigos.
Un enorme y misterioso ceibo en medio de una vía de segundo orden parece cortar el paso. El camino se divide en dos. Unos 10 minutos atrás ha quedado la vía a la Costa.
La vegetación seca y el aire fresco que envuelve a las inmediaciones de la cordillera Chongón-Colonche se apresta a recibir una inusitada visita: artistas de la ‘vieja guardia’ que llegan a cantar a las faldas de la montaña.
La zona está llena de casas abandonadas, unas derrumbadas, otras a medio construir y algunas más recién levantándose. Hay también una que otra casa ‘pelucona’, de esas con la que uno sueña disfrutar.
Una pequeña villa sobre un terreno irregular acoge a un grupo alegre. “Bienvenidos a mi humilde hogar, al pie de la montaña para cantarle a la vida”, se deja oír de un vozarrón. Es Agustín Guevara Morillo, locutor y quien por su larga trayectoria en la radio y como presentador de artistas, resalta el haber “sembrado amigos en el arte”. Este día, algunos de ellos lo acompañan.
¿Pero, qué se celebra? La Navidad y el fin de año adelantado, “porque después puede no haber tiempo”, asegura a sus cerca de 35 invitados.
Quince cuadros pintados a mano adornan el pequeño salón al aire libre, que deja ver lo majestuosa de la cadena montañosa de más de 330 km de extensión, que nace en la provincia de Guayas y se extiende por Santa Elena y Manabí, hasta desaparecer en Esmeraldas.
Son las 11:30 del sábado. Pedro Díaz Suárez es el primero en tomar el micrófono.
“Señora bonita, hay algo en su boca. Tiene algo su cuerpo que al verla que cruza, amor, amor me provoca”... a la voz del también llamado Leo Marini ecuatoriano, se unen una decena más, entonadas, desafinadas, chillonas... cómo sea, pero todas llenas de alegría.
Díaz, de 76 años y nacido en Daule, empezó a cantar desde ‘peladito’. A los 10 ya le ‘hacía’ a las melodías del mexicano Miguel Aceves Mejía, luego pasó a la música nacional y al final se inclinó por lo romántico.
“Este es un espectáculo inigualable. Pasarla así entre amigos y en un ambiente como este, entre la naturaleza, es un lujo”, resalta, mientras comienza el descorche de unas botellas de vino y la gente se va poniendo más alegre.
Las hermanas Silvia y Cristina León y sus primas Elena y Martha Cornejo le sacan ‘brillo’ al cemento bailando. Porque en esta tarde, a las faldas de la montaña, hay de todo: desde boleros hasta valses, pasando por pasillos, guarachas, cumbias y hasta rancheras.
Sara Alvarado, otra de las asistentes, aplaude. Todo es alegría. Algunos ni se conocen, pero a la hora de bailar todos son ‘panas’.
Daniel Ponce, más conocido como Fabianny, se suma al encuentro. “Uno se siente a gusto cantando en un lugar así”, resalta el artista, quien se va por el género romántico, boleros rancheros y hasta canta en inglés y francés.
“¡Qué viva la Navidad anticipada!”, grita Fabianny, con más de 25 años de trayectoria, mientras los asistentes hacen de ‘segunda voz’ coreando los temas que interpreta.
Unos vinitos después, el ánimo de la gente sigue encendido, y el requintista Cristóbal Villacís se pega su cantada y pone a bailar a todos.
Luego, Wilson Omar, quien recuerda sus pasos por el desaparecido William’s Exclusive Club, de Guayaquil, pone otra vez la calma con un poco de romanticismo.
Y ya cerca de las 16:30, la voz de una soprano llega para sorprender, pero no con música de ópera, sino con ritmo. Jeorgette Pinto Tobar, ex integrante del grupo Coctel y también ingeniera en sistemas, lleva a todos a la pista.
La tarde cae y es hora de despedirse. Agustín Guevara cierra la fiesta, pero ‘de una’ abre la invitación para una nueva tarde de relax en medio de la montaña. Será para el 6 de enero, por la bienvenida del 2022. Otra vez con el telón de lujo como fondo: la majestuosa cadena montañosa de la Chongón-Colonche.