A medida que envejecemos, la prevención de enfermedades graves, como los ataques al corazón, se vuelve crucial. En este sentido, consumir pescado rico en ácidos grasos omega-3, especialmente EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), es fundamental. Estos compuestos son conocidos por su capacidad para reducir los niveles de colesterol "malo" (LDL) y triglicéridos en la sangre, mejorar la circulación y disminuir la inflamación en las arterias, lo que contribuye a mantener un corazón sano.

El consumo regular de pescado azul también contribuye a la reducción de la presión arterial, lo que a su vez disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas como infartos, insuficiencia cardíaca y trombosis. Los omega-3 presentes en las sardinas son esenciales para mantener una función cardíaca saludable, ya que estos ácidos grasos protegen las arterias y favorecen un flujo sanguíneo eficiente.

(Lea también: Refuerza tus defensas: 10 alimentos clave para no enfermarte en invierno)

Además de sus beneficios para el corazón, las sardinas son una excelente fuente de hierro, un mineral crucial para la producción de glóbulos rojos y la prevención de la anemia. Una porción de sardinas de 100 gramos contiene aproximadamente 2.9 mg de hierro, lo que representa una cantidad significativa que puede ayudar a mejorar los niveles de hemoglobina en personas con deficiencia de este mineral. Este alimento también es rico en vitamina B12, otro nutriente esencial que favorece el funcionamiento adecuado del sistema nervioso y circulatorio.

El pescado azul es también una excelente fuente de calcio, potasio y vitamina D, nutrientes que no solo ayudan a fortalecer los huesos, sino que también contribuyen a la regulación de la presión arterial y la prevención de arritmias cardíacas. Su alto contenido de antioxidantes, como el selenio, también ayuda a proteger las células del daño oxidativo, promoviendo una vida más larga y saludable.

Consumir pescado azul como las sardinas al menos dos veces por semana se ha recomendado como parte de una dieta equilibrada para obtener todos estos beneficios. Aparte de sus propiedades saludables, este alimento es fácilmente accesible, versátil en la cocina y bajo en costos, lo que lo convierte en una opción ideal para mantener un corazón sano y prevenir enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!