Exclusivo
Deportes
Una vida entera para mirar al Aucas en lo más alto
El equipo oriental fue fundado en 1945 y recién en este 2022 puede disfrutar de su primer título en el fútbol profesional ecuatoriano. De paso, gracias a ello jugará su primera Copa Libertadores.
Aucas es el campeón del fútbol nacional. Es la primera vez que sus hinchas pueden gritarlo hasta el cielo, después de 77 años llenos de altibajos. Las alegrías por ascensos o victorias históricas sobre sus clásicos rivales no pueden compararse con lo que ahora están viviendo.
Mirar al Aucas en lo más alto del balompié ecuatoriano es un sueño que tardó en llegar, tanto, que algunos partieron sin verlo plasmarse. Pero, al fin llegó y con esto varios aficionados pueden estar en paz.
Este éxito se alcanzó gracias a decisiones vitales en esta campaña. Había plantilla, había un buen juego, pero por detallitos se quedaban con las manos vacías. Y por eso se vino el golpe sobre el escritorio.
El cambio de director técnico en la mitad de la primera etapa fue decisivo. A partir de la llegada de César Farías, el plantel dio el salto de calidad en todos los aspectos. Además de asistentes para el cuerpo técnico, él pidió la contratación de especialistas en análisis de video, como Gustavo Pellicena, para tener un mejor desempeño en cada entrenamiento.
Inclusive, creó el departamento de ‘Big data’, a cargo de Gabriel Caldera, quien fue parte del Villarreal, campeón de la Europa League. Con él, en cambio, sacó las mejores conclusiones sobre el estado de cada uno de sus jugadores, incluyendo la parte mental.
Para no perder tiempo en la adaptación al medio, se apoyó en el exseleccionador nacional, Sixto Vizuete. Él se convirtió en asistente técnico, pero también en una conexión con la idiosincrasia del jugador ecuatoriano.
En lo deportivo, Farías tomó tres decisiones fundamentales. La primera fue confiar en Roberto Ordóñez, quien se entrenaba con el equipo de reservas por disposición del cuerpo técnico anterior.
La segunda fue llevar a todo el plantel a Colombia para realizar una pequeña pretemporada. Esa convivencia sirvió para que el grupo se una mucho más. De paso, en ese viaje dio el visto bueno para que Luis Cangá firme el contrato.
Y después, aprobó la llegada del golero Hernán Galíndez, quien la pasaba mal en Chile. Si bien su arribo provocó un impasse con el golero Damián Frascarelli, quien se sintió relegado en primera instancia, el mismo Farías se encargó de manejar esa crisis. No solo los alternó en la cancha, también les dio responsabilidades como líderes del grupo.
Y el rendimiento del equipo se disparó. Un punto comparativo es el puntaje en cada etapa. En la primera, Aucas terminó en la quinta casilla con 26 puntos. Anotó 23 goles y recibió 17. Es decir, no tuvo protagonismo.
Pero, en la segunda fase terminó en el primer lugar. Anotó 28 goles y solo permitió nueve. Ostentó la ofensiva con mayor producción y la defensa menos vencida. Desde allí ya perfiló números de campeón.