Los partidos entre Liga de Quito y Barcelona son de los más atractivos que tiene el fútbol ecuatoriano. Esto debido a la rivalidad deportiva que existe entre ambos equipos.

Esta expectativa que se genera antes de los enfrentamientos entre albos y amarillos, se ha ido incrementando con el tiempo. Hoy 17 de abril, a las 18:00, se medirán en el estadio Casa Blanca, en la fecha 8 de la LigaPro.

Uno de los condimentos especiales que le dan sabor a este cotejo es la ausencia de triunfos de Barcelona durante 24 años en el reducto de los azucenas.

Pese a que en 2020 el Ídolo se consagró campeón del torneo nacional en el escenario de la U, esto no es considerado en las estadísticas como un triunfo, pues los canarios no ganaron en los 90 minutos, sino a través de la vía de los penales.

Pero más allá de si los toreros rompieron o no la hegemonía alba en Quito, el duelo de esta noche viene cargado de mucho picante. El Ídolo es primero en la tabla con 19 puntos y el elenco azucena es segundo con 13.

Para este compromiso, los dirigidos por Jorge Célico llegan con cinco bajas. No podrán estar Adonis Preciado, Damián Díaz, Emmanuel Martínez, Leonai Souza y Byron Castillo, todos por distintas molestias físicas.

Esto podría ser un dolor de cabeza para el estratega argentino, que desde que llegó al elenco canario, el 28 de febrero pasado, lleva cinco cotejos sin perder en la LigaPro.

Pese a estas bajas, Barcelona está enfocado en hacer un buen juego, pues un empate o un triunfo les dará la posibilidad de mantenerse lejos de los universitarios y también de Emelec, Universidad Católica e Independiente del Valle, todos con 11 unidades.

El delantero argentino de los albos Tomás Molina confesó que está ansioso por este encuentro, ya que sabe que ante Barcelona “no se puede perder”.

“El partido del domingo (hoy) es una final, un clásico. Estoy con mucha confianza y muchas ganas de jugarlo de la mejor manera y ganarlo”, sostuvo Molina.