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Los integrantes de la Tricolor han recibido la primera dosis de la vacuna, entre ellos el preparador físico Sergio Chiarelli.CORTESÍA FEF

La Copa América está bajo la sombra del 'bicho'

El torneo más antiguo de selecciones se jugará en Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia. Especialistas sanitarios están preocupados.

La Conmebol encontró en Brasil a su salvación para realizar una Copa América marcada por la pandemia de COVID-19. Tras anunciar a la nueva sede, el ente sudamericano reseñó que “las fechas e inicio del torneo están confirmadas”. Según la planificación inicial el domingo 13 de junio sería el día de inicio del torneo.

Esta designación, tras las ‘bajas’ de Colombia y Argentina, causó voces de rechazo por la alta tasa de contagios que tiene el territorio brasileño.

Para el epidemiólogo Daniel Simancas el torneo tenía que ser aplazado hasta el próximo año “cuando se espera un mejor panorama en el tema sanitario en la región”. El especialista agregó que “es reprochable que el país que más ha sufrido los embates de esta pandemia sea sede de la Copa América”.

Puso como ejemplo que por la saturación de los hospitales y de las unidades de cuidados intensivos en Brasil “no se podría garantizar la atención sanitaria de algún futbolista, entrenador o integrante de la delegación si se contagia”.

En este punto concuerda el deportólogo Carlos Blum, quien resaltó que para brindar la seguridad óptima a las diez selecciones “se necesita una gran logística y queda muy poco tiempo para el inicio del torneo”.

Señaló que las delegaciones deberán guardar estrictos protocolos de aislamiento en un país “donde no respetan las restricciones” e incluso tomar medidas extremas “como no comer en los aviones y pasar el menor tiempo posible en los aeropuertos o zonas comunes de los hoteles”.

MUTACIONES

Blum afirmó que el mayor riesgo que se corre es el surgimiento de nuevas variantes del virus. “Pueden existir mutaciones de las variantes que existen y los jugadores las pueden llevar a sus países”, dijo.

Simancas también enfatizó que “nuevas variantes además de complicar más la situación de Brasil serían muy peligrosas para toda la región”.

LAS VACUNAS

La Conmebol entregó vacunas a las federaciones sudamericanas, pero en la mayoría de los casos solo se han colocado la primera dosis. “Al no cumplir con las dos dosis, ni con el tiempo de espera necesario, no desarrollarían anticuerpos suficientes, la inmunidad es incompleta”, analizó Blum.

Simancas, por su parte, acotó que “los jugadores, pese a estar vacunados, pueden dar positivo, no sentir mayores síntomas, pero sí contagiar a sus familias al regreso a sus países”.

El epidemiólogo aconsejó a la Conmebol que “debería premiar con la sede al país que mejor ha controlado la pandemia, no al que tiene graves problemas para afrontarla”.