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“Un diploma olímpico es una alegría indescriptible. La sensación más linda en una final BMX es entregarme totalmente a Dios”, dijo el ciclista de BMX.archivo

Alfredo Campo: "Sentí el apoyo de 17 millones de ecuatorianos y no me dejé vencer"

“Un diploma olímpico es una alegría indescriptible. La sensación más linda en una final BMX es entregarme totalmente a Dios”, dijo el ciclista de BMX

De un grande a otro grande, "5to Alfredo Campo que gusto haberte seguido estos 2 días" fue lo que escribió el gran Andrés Gómez a Alfredo Campo, que se ubicó en el puesto cinco de los Juegos Olímpicos en BMX.

Campo se llevó un diploma olímpico y lo festejó con su compañera de vida y de trabajo en el BMX, su esposa Ana María Crespo.

"Desde que salí de mi casa, cuando tenía 16 años, busqué disputar una final olímpica. Correr una final olímpica de BMX es una de las sensaciones más hermosas que puedo sentir porque me entrego totalmente a Dios… Salir de la pista sin una lesión ya es una victoria… Y eso me deja tranquilo… La verdad es que estoy agradecido con Dios, por haberme dado la oportunidad de hacer realidad mi sueño…”.

Alfredo que muestra las huellas del dolor, con laceraciones en su espalda y rodillas que arden de solo verlas, debido a las caídas que sufrió: “Ha sido una competencia durísima… El heat en el que me tocó participar parecía una final… Tuve una caída en el primer heat y me toco luchar cada vuelta como si fuera la última… La verdad es que sentí el apoyo de 17 millones de ecuatorianos y no me dejé vencer…”

Alfredo considera que “en la vida no es todo el resultado, sino lo que uno hace para llegar en la intención de cumplirlo y me voy feliz de Tokyo porque di todo de mí y eso me deja tranquilo… Lo cierto es que nunca debemos rendirnos a pesar de cualquier adversidad… Cuando pensamos que las cosas no están saliendo como queremos hay que tener la valentía de levantarse y seguir luchando, seguir creyendo en que podemos cumplir nuestros sueños…”.

Y en su agradecimiento su corazón está abierto: “Quiero agradecer de corazón a todas las personas que han hecho posible para que se haga realidad este sueño, en especial a mi familia, a mi esposa, a mi equipo, a Produbanco, al Comité Olímpico Ecuatoriano, a la Federación Ecuatoriana de Ciclismo, al Ministerio del Deporte". 

También destacó algo de lo que está orgulloso: "Haber corrido una final olímpica con mi propia marca de bicicleta me llena de orgullo, como me llenan de orgullo los 17 millones de ecuatorianos a los que espero haberles quitado el aliento de emoción en el tiempo que duró la fina. Ahora toca analizar todo este Ciclo Olímpico, donde he logrado medallas en Juegos Bolivarianos, Suramericanos y Panamericanos, y este diploma olímpico en Tokyo. Todo esto me lleva a pensar que podemos conseguir mejores logros para el país”, concluyó.