El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, ha revelado que se está desarrollando un proyecto para crear una empresa municipal de energía, con el objetivo de que la ciudad no dependa del Gobierno Central para garantizar el suministro eléctrico. Este plan surge en el contexto de la actual crisis energética que afecta a Ecuador, agravada por la escasez de lluvias que ha reducido la capacidad de las hidroeléctricas, y que está afectando no solo al servicio eléctrico, sino también a la seguridad y al acceso al agua potable.

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La pregunta es: ¿es factible crear esta empresa pública de energía, denominada EnerQuil? Según expertos en energía y alianzas público-privadas, la respuesta es afirmativa, pero requiere una fuerte inversión que, idealmente, debería ser asumida por un socio privado.

Marcelo Bodero, socio fundador de la firma de inversiones M. Bodero & Asociados, considera que el Municipio de Guayaquil tiene la capacidad legal para crear esta empresa, pero advierte que ni el Gobierno Central ni el Municipio cuentan con los recursos necesarios para construir, operar y mantener grandes plantas generadoras de energía. Por lo tanto, la participación de un socio privado sería esencial para financiar la construcción y operación de la planta, a través de una alianza estratégica de largo plazo.

Bodero sugiere que la opción más adecuada para Guayaquil sería una planta térmica a gas natural, una alternativa menos contaminante comparada con las plantas a diésel. La aprobación reciente de la Ley Económica Urgente facilita la importación y comercialización del gas natural, lo que abre una puerta a esta opción más sostenible.

Rodrigo Quezada, experto en inversiones y alianzas público-privadas, considera que la creación de EnerQuil es no solo viable, sino también una iniciativa bienvenida. Sin embargo, advierte que más allá de la generación de energía, uno de los mayores desafíos para Ecuador es mejorar la distribución de electricidad, un área que considera como un "cuello de botella" en el sistema energético del país.

Asimismo, Quezada subraya que el proyecto conlleva implicaciones políticas. Es fundamental que trascienda cualquier riesgo político y se enfoque en una planificación a largo plazo para garantizar su éxito. Además, recalca que el Municipio de Guayaquil tiene la capacidad no solo de generar energía, sino también de comercializarla, según lo estipulado en las leyes vigentes.

De acuerdo con el Reglamento a la Ley Orgánica del Servicio Público de Energía Eléctrica, el Ministerio de Energía puede autorizar la participación en la generación eléctrica a empresas públicas, ya sea del Gobierno Central o de Gobiernos Autónomos Descentralizados (como el Municipio de Guayaquil), siempre que tengan participación mayoritaria y su objeto social se centre en la generación de energía.

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