El brutal crimen cometido por Ricardo Blacio, un presunto integrante del grupo terrorista Los Choneros, develaría que padece de un trastorno antisocial de personalidad, según un psicólogo forense.

Los antecedentes penales que registra el sospechoso, desde que era menor de edad, hasta la actualidad (32 años), confirmarían la teoría de su perfil criminal.

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Blacio, alias Hermanito, habría sido parte de una riña callejera, la madrugada del 10 de agosto, en el sector de Turubamba, en el sur de Quito.

Su contrincante, un hombre que todavía no ha sido identificado pero que era conocido con el alias de Cabezas, lo amenazó con matarlo con un destornillador. Blacio, en cambio, se defendía con un bate de béisbol de aluminio.

Ambos, supuestamente, trataban de agredirse con ‘sus armas’ sin tener resultado. Cabezas resbaló y cayó en la vereda. Esto fue aprovechado por Blacio, quien lo golpeó varias ocasiones con el bate hasta dejarlo inconsciente. No conforme con eso, le quitó el destornillador y lo apuñalo hasta matarlo.

El sujeto intentó huir, pero fue retenido por moradores que vieron la agresión y lo entregaron a la Policía.

En el 2008, cuando Blacio era adolescente estuvo implicado en el asesinato de un hombre dentro de un karaoke, en el cantón Mejía. Él y otros sujetos le propinaron una paliza y luego le incrustaron un arma blanca en la cabeza. La víctima murió desangrada.

Por si fuera poco, sacaron el cadáver y lo arrojaron en una vía de la zona. Aunque un juez lo dejó absuelto, los familiares del fallecido continuaron impulsando la causa para que lo investiguen.

En el 2010, cuando ya era mayor de edad, fue partícipe de una violación a una colegiala. Según su expediente que reposa en la Función Judicial, él junto con otros sospechosos pusieron una sustancia dentro de una bebida alcohólica y obligaron a tomar a su víctima.

Luego la llevaron a una casa abandonada donde la golpearon, la sometieron y abusaron sexualmente de ella.

En ese entonces a Blacio lo conocían como Mono Loco. Por este delito, el sujeto fue a la cárcel de Cotopaxi y allí también cometió delitos como el ingreso de artículos prohibidos. Cuando salió de prisión no terminó su carrera criminal. El año pasado lo detuvieron por llevar 16 fundas de marihuana.

Al analiza el perfil criminal de Blacio, Franklin Tinajero, psicólogo forense, concluye que tendría un trastorno antisocial de personalidad. Según el experto, a este tipo de personas les gusta causar dolor al resto.

“No tienen sentimiento de culpa y cuando agreden lo hacen con saña, como una forma de tener poder sobre el otro”.

Tinajero señala que Blacio es un peligro para la sociedad y es necesario que permanezca recluido. Añade que requiere de un proceso terapéutico intenso por parte del sistema penitenciario para ayudarle a que no vuelva a cometer un delito cuando salga.

El psicólogo enfatiza que el rasgo de personalidad que va formando este tipo de individuos es por patrones culturales. Es decir, el sujeto se crio en un ambiente lleno de conflictos. “Es una psicopatía cultural”, señala. 

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