La Patrona estaba en la mira de las autoridades, pero un sicario se les adelantó. Fue asesinada el 28 de diciembre de 2023, en Guayaquil (ver infografía), medio año antes de que la estructura criminal que presuntamente lideraba fuera desarticulada.

Le seguían los pasos desde el 12 de julio de ese año, día en que se abrió una investigación previa en contra de la agrupación de la que habría sido cabecilla. Y 16 días después, el 28 de julio, se conoció cuál habría sido su centro de operaciones y su manera de actuar.

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En un informe del 27 de junio de 2024, de la Unidad Nacional de Investigación contra el Tráfico para el Consumo Interno (UCTCI), se revela que esta presunta organización dedicada al microtráfico de drogas utilizaba una casa en la urbanización Milann, en la parroquia satélite La Aurora, del cantón Daule, en Guayas (ver mapa).

El documento expone que en el inmueble se almacenaban drogas que luego, en vehículos de alta gama, eran distribuidas. Para esta investigación habría sido importante la interceptación a las llamadas telefónicas de la Patrona, hasta el día que ocurrió su asesinato.

Ella no ha sido la única supuesta integrante de esta organización eliminada, pues 22 días antes, el 6 de diciembre, mataron a David Gabriel Bermeo Campos (ver infografía). Él estaba a bordo de un automóvil que los investigadores también identificaron como uno de los vehículos empleados para mover las sustancias estupefacientes.

El 27 de junio de 2024 fueron detenidos y llevados a audiencia, por delincuencia organizada, cuatro sospechosos identificados como Solange Isabel Franco Vera, Gilmar Everaldo Monserratt Guzmán, Wilson Rafael De la A Acosta y Jordy Steeven Vera Merchán. Ellos, al igual que la Patrona, cuyo nombre era Xiomara del Rocío Orozco Castillo, constan en la indagación que la Fiscalía empezó en julio de 2023 por tráfico de alcaloides.

La formulación de cargos en este caso se desarrolló en la Unidad Especializada en Delitos Relacionados con Corrupción y Crimen Organizado, en Quito. Tras la diligencia, el Ministerio Público informó que en esta investigación hubo un séptimo sospechoso, que se encuentra prófugo. Por tratarse de un caso no flagrante, la etapa de instrucción duraría 90 días. Este tiempo podría ampliarse a 120 días si se vincula a alguien más.

La Fiscalía ha relacionado (de esta presunta organización) tres incautaciones de droga en 2023 y una en 2024, que suman un total de media tonelada de marihuana y diez kilos de cocaína. Estos operativos se habrían llevado a cabo en Guayaquil. A cargo de los seguimientos, que permitieron vincular a los sospechosos con los indicios, estuvo la Unidad Nacional Especializada de Investigación Contra la Delincuencia Transnacional, en Guayas (Unidot-G).

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El Ministerio Público ha informado que esta presunta banda de microtraficantes actuaba en las provincias de Esmeraldas y Guayas, pero es en esta última donde se encargaban de realizar la distribución del producto para su venta al menudeo, pues es la modalidad que la banda, presuntamente liderada por la Patrona, utilizaba en su ‘línea de negocios’.

En 2018, Xiomara Orozco fue sentenciada a 30 meses de prisión por tráfico de sustancias estupefacientes, mientras que en 2020 fue descubierta con un vehículo reportado como robado. Por este último caso, era investigada por el delito de receptación y se había agendado la reinstalación de su audiencia de juzgamiento para el 30 de enero de 2024, pero antes fue asesinada.

El 20 de febrero, por este caso, se declaró la extinción de la pena, “por haberse demostrado que la procesada (...) ha fallecido”.

La Fiscalía publicó una foto de un altar de santería, en uno de los lugares allanados. Al respecto, la chamana Shirley Barahona sostiene que esa imagen demostraría que quien se encargó de ese trabajo lo hizo mal.

La experta ha notado la mala colocación de elefantes, de urnas, de esencias y otros elementos. A eso añade la presencia de fotografías, por lo que a su decir “dan papaya”, pues no se debería hacer esa exposición. Barahona destaca la presencia de algunas imágenes, entre estas la santa muerte y varias deidades, pero precisa que nada de eso serviría para lo que buscarían los criminales: invisibilidad. “Si creían eso, es algo de ignorancia”.

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