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El caso Cabrera 'resucita' con la muerte de Don Naza
La gente recuerda hoy la conmoción que vivió el país en 2005, cuando murió el notario que, como el exmilitar Miguel Ángel Nazareno, estafó a miles de ingenuos depositantes.
La muerte violenta de Miguel Ángel Nazareno, ocurrida este 14 de abril, no solo asombra y preocupa a miles de ciudadanos que invirtieron azarosamente su dinero en la dudosa empresa que él lideraba en Quevedo. También inquieta a todo un país que vuelve a vivir un episodio de corrupción, impunidad y muerte, casi similar al vivido en 2005, con el famoso notario José Cabrera.
En redes sociales se observa hoy cientos de comentarios y memes que relacionan ambos casos por las similitudes que los envuelve. De muchas maneras los usuarios recalcan que tanto Cabrera como Don Naza, como apodaban a Nazareno, lograron cautivar a miles de ingenuos ofreciendo grandes ganancias a través de sus empresas; y ambos terminaron sus vidas trágicamente, dejando 'desplumados' a quienes creyeron en ellos.
El notario galán
Pero quién fue el notario Cabrera, al que, 17 años después de su muerte, nadie olvida, sobre todo en Machala y otras poblaciones de El Oro. A Cabrera no solo lo recuerdan como el cabecilla de un juego piramidal de un supuesto fondo de inversión, sino también como el siempre galante y seductor que murió supuestamente infartado en brazos de una mujer, dentro de un hotel.
Su esquema piramidal de captar dinero a raudales fue descubierto luego de casi trece años, en los que acumuló fortuna gracias a al menos 30.000 incautos de todo el país. Entre los depositantes había, como ahora con Don Naza, militares, ancianos, amas de casa jueces, fiscales, políticos, policías, obreros de todo.
La estafa acabó con la muerte del hombre de avanzada edad, en octubre de 2005. La gente sostiene que fue el inicio de uno de los episodios más caóticos que vivió esa ciudad.
La reacción de la gente fue buscar a como dé lugar, recuperar su dinero invertido. Gendarmes de la Policía y FF. AA. sacaron los billetes en las botas, dentro de los chalecos antibalas o escondidos en su ropa. Se treparon por los árboles para acceder a las fundas con dinero.
También hubo quienes nada obtuvieron, por lo que el populacho buscó tomarse incluso las propiedades que en vida acumuló el notario. Miembros de la familia del fallecido, inicialmente ofrecieron indemnizar a los perjudicados, pero luego escaparon.
Sorprende que luego del caso Cabrera y otro tipo de engaños, un sector de la población aún crea que es posible que una inversión pague intereses fuera de la norma.
El sociólogo y analista Gaitán Villavicencio recordó recientemente, a propósito de la aparición del caso Big Money de Nazareno, que la captación ilegal es un delito sancionado por el COIP, artículo 323, con una pena privativa de libertad de de 5 a 7 años.
Asímismo, indicó que comúnmente este delito genera otros, "como estafa y asociación para delinquir, ya que por regla general los captadores engañan y nunca devuelven ni el dinero entregado ni las utilidades prometidas".
Este problema es mundial y regional. Esta estafa organizada no solo existe en Ecuador; actualmente se dan casos en Perú, Colombia, Brasil, México, entre otros países, señaló Villavicencio en su habitual columna de Diario Expreso.