Una menor de edad ingresando con su uniforme colegial a la escena de un crimen causó consternación. “¡Dejen ver a mi papito!”, exclamaba entre llanto y gritos desgarradores. Familiares y policías trataban de frenarla, hasta que en medio del dramático momento la colegiala se desmayó.

Estas son las imágenes y repercusiones de la violencia que aterroriza a Manta, Manabí. Aquella menor perdió a su padre, Luis Fernando Mera Pereira, de 47 años, quien es la novena víctima de una cadena de hechos ejecutados a bala en Manta en menos de una semana.

Mera fue ultimado a tiros la tarde del viernes 13 de septiembre, cuando esperaba que su esposa comprara carne en un local ubicado en pleno corazón del barrio Jocay, en la populosa parroquia Tarqui. En ese momento, los sicarios llegaron y le propinaron seis disparos con un arma de fuego calibre 9 milímetros.

La esposa de Mera se abalanzó sobre el cadáver. Luego ella y otros familiares se arrodillaron al pie del carro negro en el que se movilizaban. El drama familiar era conmovedor: golpeaban los vidrios tratando de pedir explicaciones, lloraban desconsolados y se abrazaban.

Mera residía en el barrio 5 de Agosto, a unas cinco cuadras del lugar de los hechos. Según las investigaciones, sus verdugos le hacían seguimiento y conocían sus rutas. Escogieron el momento exacto para ejecutar un ataque que dejó helado al sector comercial del barrio Jocay, uno de los más dinámicos de Manta.

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Oswaldo Machare, fiscal de Manta, indicó que la víctima registraba antecedentes penales por los delitos de robo y tráfico de sustancias. “Los sicarios aprovecharon que Mera estaba estacionado para dispararle. Se levantaron seis indicios balísticos”.

Roberto Rivera, jefe policial de Manta, dijo que fueron dos hombres en moto los autores del ataque. “Son hechos dirigidos y selectivos, normalmente se producen por una lucha entre organizaciones por el territorio. Investigamos las causas de este caso con las unidades especializadas”, declaró el oficial.

Hasta el 13 de septiembre, Manta registró 168 muertes violentas. En este mismo periodo, en 2023, se contabilizaban 150 casos. La segunda ciudad en este rango es Portoviejo, con 166 casos, uno menos que el año anterior.

Si a Manta se lo enfoca como distrito, es decir sumándole los cantones vecinos de Montecristi y Jaramijó, las cifras ascienden a 212 casos, también encabezando las estadísticas de violencia en la provincia de Manabí. Para esta fecha, en 2023 los casos llegaron a 191.

Si nos referimos a toda la provincia, las muertes violentas llegaron a 560 en este 2024, es decir 45 muertes menos que el año anterior, que en este periodo registraba 604.

La Policía Nacional sostiene que estas muertes están ligadas a la lucha entre bandas criminales que se disputan el territorio de la droga, principalmente en ciudades estratégicas como Manta, donde existe pugna entre Los Lobos y Los Choneros.

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