Cuando se habla de sexualidad, hay temas que generan incomodidad. Uno de ellos son los fluidos corporales. Aunque a veces puedan resultar molestos para algunos, son tan naturales como respirar. Dos expertas en sexualidad aclaran que estas secreciones no son “suciedad”.

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La terapeuta sexual Amaranta Mantilla lo deja claro: los fluidos son señales de que nuestro cuerpo está funcionando correctamente. En las mujeres, la lubricación vaginal indica excitación y prepara el terreno para que la relación sexual sea placentera.

Si no hay suficiente lubricación, no hay por qué sufrir, dice Mantilla, pues “los juegos previos y los lubricantes garantizan una vida sexual satisfactoria”.

En los hombres, el semen suele asociarse con el orgasmo, pero no siempre es así. “También existe la retención seminal, que les permite experimentar múltiples orgasmos sin eyacular”.

Además, subraya que la sexualidad no debe mirarse a través del filtro de la limpieza o la perfección. Los fluidos son nuestros aliados, no enemigos, y nos permiten sentir placer de formas que tal vez no habíamos considerado.

¿Qué comer para que mis fluidos sepan ricos?

Por su parte, la sexóloga Johanna Aguilar destaca que la saliva, la lubricación vaginal y el semen juegan un papel clave para evitar molestias, lesiones y hacer del ‘cuerpeo’ una experiencia más placentera.

Eso sí, Aguilar reconoce que no todo el mundo disfruta de estos fluidos. Hay quienes los ven como parte del placer y otros que prefieren mantenerlos a raya. Si perteneces al equipo ‘no me gusta el sabor’, hay buenas noticias: la alimentación influye en el sabor y olor de estos líquidos.

“Piña, frutos rojos e infusiones pueden darle un toque más agradable, mientras que el ajo, la cebolla y el alcohol no ayudarán mucho a mejorar el sabor de los fluidos”, aclara.

Además, para quienes sí disfrutan de los fluidos sin incomodarse, Aguilar sugiere probar con dulces, lubricantes saborizados o comestibles, porque, como ella dice, el sexo también puede ser divertido.

Curiosamente, Aguilar también menciona algo que podría sonar poético: para algunas personas en su consulta, compartir fluidos es un acto de amor. “Muchas me dicen: ‘No comparto mis fluidos con cualquiera, solo con quien tenga una conexión de amor’”.

Pero no todo puede ser perfecto. No siempre habrá lubricación abundante, y eso es normal. Factores como la menopausia, el estrés o incluso el tipo de estimulación pueden influir. ¿La clave? Autoconocimiento y comunicación con la pareja, según las especialistas.

¿Las ETS se transmiten por fluidos corporales?

Las especialistas coinciden en que los fluidos también pueden ser vehículos para enfermedades de transmisión sexual (ETS). Desde gonorrea hasta VIH, el contacto sin protección puede traer problemas. Por eso, es crucial el uso de preservativos, ya sea para la penetración, el sexo oral o cualquier otra práctica sexual.

Si tuviste sexo casual, tranquila(o): en Ecuador, el Ministerio de Salud ofrece programas de prevención y tratamientos post-exposición, incluso medicamentos para prevenir el VIH.

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