Tras cuatro días de paralización del transporte urbano en Guayaquil, el presidente de la Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug), Christian Sarmiento, anunció el fin del paro este 12 de septiembre.

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La medida, que afectó gravemente la movilidad de miles de ciudadanos, dejó su huella en la rutina diaria de la urbe.

Durante una rueda de prensa, Sarmiento declaró que se ha puesto fin a la drástica acción de protesta, la cual había provocado caos en el sistema de transporte y generó un sinfín de dificultades para los guayaquileños, quienes dependían de los buses para desplazarse por la ciudad.

"En beneficio de nuestros usuarios, hemos decidido levantar la suspensión, pero estamos a la espera del cumplimiento de la palabra de la autoridad, que reconoce una vez más, de forma pública, que los 30 centavos no nos alcanzan y que están conscientes de que la nueva tarifa, conforme al estudio técnico, debe aplicarse lo más pronto posible", manifestó Sarmiento.

Durante los días de paralización, las escenas en la ciudad reflejaban el desespero y la improvisación ante la falta de buses. Muchos ciudadanos recurrieron a taxis informales, con tarifas elevadas debido a la alta demanda, mientras que otros arriesgaron su seguridad al viajar en los baldes de camionetas, expuestos a condiciones peligrosas en un intento por llegar a sus destinos.

La suspensión del servicio también generó largas esperas en las paradas, saturando el transporte alternativo disponible y dejando a muchos sin opciones accesibles.

Con la reactivación del transporte público, los ciudadanos esperan volver a la normalidad, aunque persiste la preocupación por las posibles secuelas de esta protesta y los cambios que aún no se han decidido sobre el aumento del pasaje.

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