Familiares de privados de libertad y el sociólogo colombiano y experto en seguridad Hugo Acero Velásquez coinciden en que el acuerdo de paz firmado entre cuatro organizaciones criminales tendrá un efecto de corto tiempo, porque a mediano y largo plazo las consecuencias serán nefastas.

Tras cinco meses de diálogo, el martes pasado, los cabecillas de las bandas delictivas Lobos, Tiguerones, Chone Killers y Latin Kings hicieron pública una declaración de pacificación. Así lo dio a conocer el general Pablo Ramírez, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI).

Acero afirma que esos diálogos, creados entre grupos delincuenciales y en los que se ha pactado la reducción de muertes, en distintos países han tenido un efecto mediático importante. Sin embargo, en el mediano y largo plazo vuelven a presentarse masacres y de mayor magnitud.

“Esto ha ocurrido en países de Centroamérica como Nicaragua y El Salvador y en Colombia. Después del diálogo volvieron a presentarse confrontaciones, dijo a EXTRA Acero, quien tiene 30 años de experiencia en temas de seguridad.

Explicó que estos compromisos, cuando no son entre organizaciones políticas o con algún interés ideológico, sino criminal, generan mucha más violencia, porque el único afán que tienen estos grupos delictivos es enriquecerse de manera ilícita e ilegal.

“Más bien hay que hacerles una pregunta, ¿además de no matarse, van a dejar de delinquir, van a entregar los recursos que han adquirido de forma ilícita, van a de dejar de exportar droga o de venderla y lo más importante qué le piden al Estado a cambio de no matarse?, quizás que los dejen delinquir y seguir delinquiendo desde las cárceles”, cuestionó el experto.

Y aunque Maribel, Andrea y Sonia no tienen la experiencia de Acero en temas de seguridad, el solo hecho de tener a sus parejas presas en el Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil, ubicado en el kilómetro 16.5 de la vía a Daule, y de haber vivido la incertidumbre de dos masacres, las convierte en ‘especialistas’ de esta dolorosa realidad.

“Para mí, este convenio de paz es una payasada. Ya mañana o pasado escucharemos ‘hay tantos muertos en tal cárcel de...’ como lo ocurrido en la de Santo Domingo”, manifestó Andrea, mientras en los exteriores de esta prisión porteña esperaba que llegara su turno para la visita conyugal con su pareja, quien guarda ‘cana’ por asesinato.

Otras organizaciones se unirán al proceso

Claudia Garzón Padilla, comisionada de la mesa de diálogo penitenciario y delegada de la Comisión de Pacificación, explicó que la declaración de voluntades hacia la pacificación la hicieron cuatro organizaciones criminales y también una organización independiente a estas bandas delictivas.

Afirmó que junto al SNAI está trabajando por la declaración de voluntades con otras dos organizaciones que también se unirán a este proceso de paz entre muros y en las calles. “El trabajo es adentro, hacemos que la gente privada de la libertad reciba un trato justo y humano, llegamos a ser la voz de ellos y les damos esperanza”, expresó Garzón.

Agregó que el proceso de pacificación le ha permitido tener diálogos con quienes encabezan organizaciones criminales y de esta manera crear confianza en ellos. “Trabajamos desde lo ético por 32 mil personas privadas de la libertad que están entre rejas”, aseguró.