El empleado de una tienda deportiva ubicada en las calles Mejía y Venezuela, en el Centro Histórico de Quito, se acercó a un grupo de policías que transitaban por el lugar para denunciar un hecho delictivo. 

Según el alertante, había visto por medio de las cámaras de seguridad instaladas dentro del local que tres mujeres intentaban sacar los sellos de seguridad a unas prendas de vestir y decidió denunciar antes de que se marcharan. 

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Los agentes lo acompañaron y pidieron colaboración de otros uniformados del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM). Cuando llegaron al establecimiento observaron que tres mujeres salían y las retuvieron. 

Les pidieron que se identificaran y todas dijeron que eran de nacionalidad colombiana. Una tenía 53 años, otra 44 y la última 21. Les revisaron sus prendas y a una de ellas le encontraron un destornillador. Otra tenía 100 dólares. 

Luego fueron con todas a revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad. En los videos, los policías se percataron del modus operandi de las sospechosas. 

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Una de ellas revisaba las tallas de las zapatillas que estaban en exhibición, otra amagaba como que se probaba algunas. Mientras tanto, la tercera escondía un par de zapatos entre sus prendas y con un destornillador quitaba el seguro. 

Los gendarmes se percataron que una de las sospechosas tenía puestas las zapatillas que se habían hurtado. Ella indicó en su defensa que las prendas eran suyas y que había llegado con las mismas al local.

Las tres extranjeras fueron llevadas hasta la terraza del edificio donde se encuentra la tienda deportiva para continuar con el proceso porque empezaron a querer hacer alboroto. Mientras subían por el ascensor, una señora se acercó y les dijo a los uniformados que ella también había sido víctima de las colombianas. 

Según la denunciante, a una de ellas las reconoció como la persona que se hurtó un pantalón de su local de ropa. Los policías le recomendaron que pusiera la denuncia. Las sospechosas y los denunciantes de ambos locales fueron hasta la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial el contra de las mujeres. 

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