Policías que se encontraban patrullando por el sector de Angamarca, en la parroquia de Uyumbicho, al sur de Quito, vieron que había fuego en un área forestal de la zona. Ellos se acercaron y se percataron que un montículo de vegetación se estaba quemando. 

Cerca del sector en el que había llamas vieron a una camioneta roja estacionada y dentro de la misma había un hombre de aproximadamente 56 años. Los gendarmes se acercaron a él y le preguntaron si sabía cómo inició el fuego en esa zona. 

(Te puede interesar: Incendios en Quito: ¿Se apagó la llama del terrorismo?)

El ciudadano les dijo que él había sido el que estaba quemando maleza y basura que llegan a botar en ese sector. 

Los uniformados le indicaron que por la crisis ambiental que vive el país y por los megaincendios que se registraron en las últimas semanas en la capital de los ecuatorianos debía apagar el fuego que había iniciado. 

Además, le dijeron que esa zona es proclive a que las llamas se propaguen fácilmente y puede acarrear consecuencias más graves. Sin embargo, el sujeto respondió prepotentemente que él puede hacer lo que quiera porque está en sus terrenos. 

También se comportó desafiante y les dijo a los gendarmes que las llamas se han de apagar por sí solas "y si no se apaga, qué pena". Luego de decir todo esto, el sujeto prendió su camioneta y empezó alejarse. 

Ingresó a un terreno aledaño y mientras se alejaba por el monte desafiaba a los gendarmes diciéndoles: "ven, cógeme acá. Ingrésate a ver qué pasa. Esta es mi propiedad. No pueden ingresar". 

Los policías entraron y lo persiguieron hasta atraparlo varios metros adelante. Lo llevaron a la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial en su contra por el delito de incendios forestales y de vegetación. 

Luego llamaron a la central de emergencia ECU 911 para reportar lo acontecido y que enviaran personal del Cuerpo de Bomberos para que sofocaran las llamas. 

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!