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En esta casa fueron encontrados los restos del menor de edad asesinado.Karina Defas

Caso niño desmembrado: Padrastro enfrenta un proceso por violación y otro por secuestro

Actualmente está con prisión preventiva el supuesto descuartizador del infante de 5 años, cuyo caso se registró en La Recoleta en Quito

Juan Perea abre una puerta gris grande de una casa en la avenida Maldonado y calle Quijano, en La Recoleta, centro de la capital. Allí fue detenido Eduardo, de nacionalidad venezolana, por el crimen de su hijastro, de 5 años, descubierto hace cuatro días.

Perea conversó con EXTRA sobre el poco tiempo que ‘cruzó’ palabra con el acusado del crimen. “Estoy trabajando dos semanas en una construcción (adentro de la casa). A este hombre se lo veía como alguien normal. Nos ayudaba de vez en cuando. Parecía que sabía bastante de albañilería, pero decía que era técnico en neveras y celulares”.

Según los datos de Fiscalía, Eduardo no solo tuvo una denuncia por abuso de confianza (en 2023). EXTRA conoció que este sujeto también fue denunciado por estafa y hurto, en 2011 y 2012, respectivamente, pero no se iniciaron procesos judiciales.

Nada sospechoso

El constructor detalló que Eduardo vivía con Zuly, madre del infante asesinado, de aproximadamente 23 años. También los acompañaban cinco niños: tres hijos del detenido y dos de la mujer, quien siempre estaba desarreglada y bastante demacrada.

El deterioro de Zuly sería porque supuestamente Eduardo la secuestró desde agosto, cuando se reportó su desaparición, según Fiscalía. Cuando la encontró la Policía, el 13 de diciembre, se supo sobre la muerte del menor de edad y la violación de su hermana. Por eso, el tipo enfrenta procesos por secuestro y por el delito sexual.

Hasta el mediodía de ayer, los restos del pequeño permanecían en la morgue de la Policía, noroccidente de Quito.

Ese día, Perea estuvo trabajando. “Golpearon la puerta. Cuando salí a abrir, había algunos policías. Ellos entraron, subieron y detuvieron al hombre”, explicó el albañil, quien estima que Eduardo, Zuly y los niños vivieron aproximadamente un mes en esa casa.

Durante ese tiempo, los vecinos jamás sospecharon nada. “La primera vez que vi a ese señor fue cuando lo llevaban preso. Estaba de espaldas y esposado”, contó una moradora, quien no se identificó.

Sus partes fueron encontradas en una casa, la cual ahora está abandonada y se ubica en la calle Portilla, en un barrio del mismo nombre.

Ella supo sobre el terrorífico caso del infante descuartizado, pero nunca se escuchó un grito, aseguró. La mujer presume que si el niño fue asesinado dentro de esa casa, pudo ocurrir durante la noche. “A esa hora nadie sale porque el sector es bastante peligroso”.

Un habitante contó que hasta antes del 13 de diciembre, cuando se encontraron los restos, en ese inmueble sí vivía gente de nacionalidad venezolana.

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