“El cuerpo fue localizado a unos 100 metros de la vivienda de él, y la policía se demoró más de una semana en encontrarlo”, cuestionó René Ávila, primo de Enrique Ortiz, de 37 años, a quien encontraron maniatado, envuelto en una cobija y con signos de violencia más de una semana después de su desaparición.

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El hombre se desempeñaba como guardián del vivero del Proyecto Nero, en la parroquia Baños, del sur de Cuenca, provincia del Azuay, y la última vez que lo vieron con vida fue el 5 de octubre de 2024.

René Ávila comentó que su familiar habría sido sorprendido por maleantes en su domicilio, en horas de la madrugada. Los delincuentes habrían ingresado rompiendo las puertas. Lo hallaron el domingo 13 de octubre.

El pariente participó en una marcha que realizaron los habitantes de Nero, por las calles céntricas de Cuenca, para exigir justicia. La comunidad recuerda a Enrique como un hombre trabajador, quien colaboraba con sus vecinos.

Pablo Guachamín, comandante de la subzona de la Policía Nacional, informó que tras la alerta de la familia de la víctima, se activó la unidad de secuestros. Los presuntos captores habrían solicitado, en primera instancia, 2.000 dólares para liberarlo. Sin embargo, los delincuentes “cortaron el contacto”.

Esto ya les dio señales de que el guardia “estaba herido o que habría sido asesinado”, puntualizó Guachamín, quien indicó además que los atacantes se llevaron bienes de la casa y utilizaron el vehículo de la víctima para escapar.

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