Las parroquias Calderón, Riochico, Colón y Andrés de Vera, en Portoviejo, provincia de Manabí, están entre las más afectadas por la intensidad de la temporada de lluvias. La creciente del río Grande, junto con el desbordamiento de quebradas y esteros, ha generado daños severos en viviendas tanto urbanas como rurales. En la comunidad El Mate, en la ruralidad portovejense, las pérdidas materiales han sido cuantiosas.

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“Ni el terremoto ha causado tanto daño. El invierno nos ha dejado en la quiebra porque perdimos nuestro material de trabajo, estas quebradas han salido como nunca antes, estamos devastados”, lamentó José Segovia, dueño de un centro de eventos.

Manabí, la provincia más afectada

La temporada invernal en estos meses ha causado estragos en la provincia de Manabí, posicionándola como la más afectada por el temporal, según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos. Hasta el sábado 8 de marzo, la provincia ha registrado el mayor número de víctimas y daños materiales.

Portoviejo ha sido el cantón más afectado, con un saldo trágico de cuatro fallecidos. Estas muertes ocurrieron el pasado 17 de febrero en la ciudadela Fátima, cuando un deslizamiento de tierra sepultó una vivienda y una familia de cuatro personas. Las otras dos víctimas fueron dos agricultores del cantón Flavio Alfaro, quienes fueron arrastrados por ríos.

Además, la capital manabita es la que registra el mayor número de albergues temporales activados, con un total de cinco.

Emergencias en cantones Sucre y Bolívar

Otro de los cantones más afectados es Sucre, donde la parroquia Charapotó ha vivido inundaciones sin precedentes. Las calles se convirtieron en ríos, y en comunidades como San Bartolo, los sembríos de arroz quedaron completamente bajo el agua, afectando gravemente al sector agrícola.

“Estábamos listos para cosechar, pero la creciente del río Portoviejo nos inundó los sembríos y las esperanzas de tener un buen invierno. Esto es lamentable porque el invierno aún no termina”, expresó Ramón Villanueva, agricultor del norte manabita.

En el cantón Bolívar, la cabecera cantonal Calceta sufrió severos daños debido a la creciente del río Mosca. Fue el primer cantón de Manabí en ser declarado en alerta roja, con más de 3.000 familias afectadas en zonas urbanas y rurales.

“La creciente no se ha visto en décadas. Tenemos el 60 % del territorio cantonal afectado, con 2.500 familias en la zona urbana y 500 en la rural. Además, 17 instituciones educativas han sufrido daños”, detalló Ledy Laura Muñoz, alcaldesa de la localidad.

Rocafuerte también enfrenta graves consecuencias. Las lluvias intensas han causado inundaciones severas en la zona urbana y rural. Según el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, 2.033 viviendas han sido afectadas, impactando a más de 8.132 personas en todo el cantón.

El panorama sigue siendo crítico en la provincia, y las autoridades continúan en alerta ante la posibilidad de nuevos eventos adversos.

Grave impacto en la producción

Los daños en Manabí son alarmantes. Hasta el 8 de marzo, se reportaron 48.824 personas afectadas y 2.049 damnificadas. Un total de 29 viviendas están destruidas y otras 12.857 están afectadas.

Se han registrado 93 inundaciones, 26 deslizamientos, 11 vendavales, 7 aluviones, 3 colapsos estructurales y 2 socavamientos.

El invierno también ha golpeado la producción agrícola en Manabí. Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería, hasta el 5 de marzo se reportaron 2.461,3 hectáreas de cultivos afectados, perjudicando a 1.498 productores.

Los cantones con mayores pérdidas agrícolas son Rocafuerte, Sucre y Tosagua.

En Santa Elena, lluvias habrían sacado de su habitad a felino

El fuerte temporal invernal que afecta a las comunas de Santa Elena estaría causando estragos en la flora y fauna de la zona montañosa. Así lo creen por el hallazgo de un tigrillo sin vida a un costado de la carretera que conduce a la comuna Las Lomas, en la parroquia Colonche.

“Esta especie se ve muy pocas veces, y solo en el interior de las montañas, muy lejos de aquí”, comentó asombrado José Beltrán.

El descubrimiento del felino sorprendió a los pobladores, quienes no suelen ver a esta especie en zonas cercanas a la población.

Según las primeras hipótesis, el animal pudo haber sido atropellado mientras cruzaba la vía. Sin embargo, lo que más inquieta a los habitantes es su inusual presencia en una zona poblada.

Los habitantes de Colonche creen que las fuertes lluvias de los últimos días podrían haber arrastrado al tigrillo desde su hábitat natural.

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