Ángel Cruz Arévalo Santos sufrió lo que ningún hombre debería soportar: ayer enterró a su esposa Doris Patricia Ruiz Morán (49) y a sus dos hijos, Miguel Ángel (19) y Verónica Elizabeth (32), luego de ser asesinados en su casa.

Un ataque armado se perpetró al interior de su inmueble, ubicado en el sector El Terrón, en el recinto Tres Postes, cantón Jujan, Guayas, la tarde del 17 de noviembre.

Sus dos hijos fueron los primeros en morir debido a los balazos. Doris, en cambio, fue trasladada de urgencia al hospital Martín Icaza, de Babahoyo. Sin embargo, al llegar a la casa de salud, los galenos solo confirmaron que había muerto.

Sus restos fueron llevados al anfiteatro de Babahoyo. Entre tanto, a los cuerpos de sus hijos los llevaron a la morgue del cantón Milagro (Guayas).

Los moradores del recinto El Terrón quedaron atemorizados con lo ocurrido y tras escuchar el ruido de las balas, salieron a ver de qué se trataba. En medio del alboroto nadie vio a los asesinos, quienes sigilosamente llegaron a la vivienda para acabar con la familia.

No hay pistas de los sicarios de Jujan

En ese momento, Ángel Cruz Arévalo Santos no se encontraba en casa porque había salido a comprar al pueblo, pero cuando le avisaron enseguida llegó al sitio. La policía del eje investigativo del cantón Milagro realizó las pericias y encontraron los cadáveres cubiertos con sábanas.

Amistades de Doris Ruiz se enteraron del hecho y la recordaron como una mujer muy alegre. Una amiga de la difunta mencionó que hace un mes estuvieron bebiendo juntas en la casa de la víctima porque eran muy cercanas y se organizaron para aquella reunión. “En realidad, ella era sobrina de mi exconviviente, pero mis hijos le decían tía. Hasta este domingo vi los últimos videos de ella y hoy (lunes) me dicen que pasó esta desgracia”, mencionó la amiga, quien prefirió el anonimato.

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En torno a este caso la policía aún no tiene una hipótesis sobre el móvil del hecho y se encuentran indagando en los allegados a esta familia. Este 18 de noviembre, los tres féretros eran velados en el mismo inmueble donde se registró el suceso armado.

Familiares de Doris llegaron desde el cantón Quevedo para despedir a su pariente. Ellos exigieron justicia por lo ocurrido con sus deudos.

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