“Soy pobre y casi lo he perdido todo”, se lamenta Jenny Murillo porque su casa, levantada durante años de esfuerzo con lo que gana reciclando y vendiendo chatarra, ha quedado bajo el agua. La creciente del río Mosca en la madrugada de este miércoles 26 de febrero de 2025, lo arrasó todo.

“Cuando reaccionamos, el agua entraba con fuerza y tuvimos que agarrar a nuestra niña y sacarla. Si no, se nos ahogaba”, cuenta entre lágrimas.

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Jenny, al igual que muchas otras personas en Calceta, cabecera cantonal de Bolívar, provincia de Manabí, sufren los estragos de una de las peores inundaciones registradas en décadas.

Pedro Loor camina entre el agua. Su pequeño cuarto se convirtió en una ‘piscina’. Su colchón flota a la deriva y sus electrodomésticos quedaron inservibles. “Aquí se ha quedado todo bajo el agua. No tuvimos tiempo de sacar casi nada... Necesitamos ayuda para salir de este tremendo momento”, expresa con tristeza.

Emergencia sin precedentes

El desbordamiento del río Mosca ha causado estragos en 22 barrios. Los más afectados son Inés Moreno, La Betania, San José, Santa Martha, El Morro y Miraflores. En este último sitio, los dueños de una finca luchaban por salvar a sus animales, cargando chanchos en medio del agua.

El universitario Luis Pacheco regresó apresurado desde El Empalme tras recibir una llamada en la que le contaron que su casa estaba inundaba.

“Llegamos y nos encontramos con todo anegado. Apenas pudimos sacar algo de ropa y algunos enseres”, relata.

Las autoridades han declarado alerta roja en esta localidad. Según Ledy Laura Muñoz, alcaldesa de Bolívar, el 60 % del territorio cantonal está afectado, con 2.500 familias en la zona urbana y 500 en la rural.

“Esta creciente no se ha visto en décadas. Tenemos 17 instituciones educativas afectadas y nos preocupa el incremento del nivel del río Carrizal”, alerta la alcaldesa.

Unas 150 familias damnificadas en Puebloviejo

La familia Rocha Muñoz fue evacuada y albergada en la casa comunal del sector La Pitaya, en la parroquia San Juan del cantón Puebloviejo, provincia de Los Ríos, debido a que la creciente anegó su vivienda.

Los seis integrantes de la familia residían en una casa con piso de tierra, el cual se convirtió en una capa de lodo con el ingreso del agua, dificultando la movilidad y poniendo en riesgo su salud. El personal del Cuerpo de Bomberos colaboró en la evacuación de los enseres, que fueron trasladados a la casa comunal.

En la parroquia San Juan hay más de 150 familias damnificadas por las intensas lluvias. Los sectores con reportes de inundaciones son La Pitaya, La Felícita, La Genara, Cristo del Consuelo, La María 1 y Bola de Oro.

Daños en trece cantones lojanos

Marlene Cueva, habitante del barrio Capulí, al nororiente de Loja, enfrenta contratiempos por el daño en el sector Dos Puentes, en la vía que conecta las parroquias Malacatos y Vilcabamba con los cantones de la provincia de Zamora Chinchipe.

Ella tiene que salir todos los días hasta el mercado para vender sus hortalizas, pero el deslizamiento en la vía por la que debe transitar ha afectado su rutina diaria.

Según Adalí Jaramillo, coordinador zonal 7 de la Secretaría de Gestión de Riesgos, desde enero se han registrado más de 56 eventos, que han afectado 13 cantones y 32 parroquias. Contabilizan más de 50 deslizamientos, además de inundaciones, aluviones, socavamientos y colapsos estructurales.

Uno de los sectores afectados es la parroquia Guayquichuma, en Catamayo, donde un derrumbe destruyó parte de la vía, dejando varias comunidades aisladas.

Comerciantes contabilizan las pérdidas

El 20 % de los negocios en el barrio La Bocana del cantón Salitre, provincia del Guayas no abrieron porque el agua había ingresado a sus locales. Se vio afectada la venta de comida, electrodomésticos y ropa.

Carmen Jurado manifestó que desde el fin de semana las lluvias no han cesado en su cantón. “Más de mil dólares he perdido en productos de primera necesidad, ya que el agua la madrugada de ayer copó toda mi despensa”, lamentó la comerciante.

Por su parte, Julio Cedeño indicó que ha perdido más de 500 dólares en mercadería en su local de la avenida 24 de Mayo. “Carteras y zapatos se mojaron con los fuertes aguaceros”, lamentó.

En los recintos Los Quemados y Jigual del cantón Daule, más de 20 familias están inundados por el crecimiento del río Pula.

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