No hay esfuerzo que hasta ahora pueda frenar a la delincuencia organizada en el país, ellos pasan por encima de cualquier acción o medida decretada en su contra. El estado de excepción y la presencia de militares en las calles, en un plan dedicado directamente a detener a estas ‘fichitas’, al parecer no les hizo ni cosquillas, porque ellos como si nada siguieron en lo suyo.

La osadía de estas mafias, que de a poco se han convertido, a base de sangre y fuego, en los amos y señores del país, los lleva a realizar sus trabajitos en lugares donde muchos creían estar un poco más seguros: entidades bancarias, centros comerciales y ahora, a modo de acto burlesco, hicieron de las suyas en una bodega de la Policía Judicial en la provincia de Santo Domingo. Los delincuentes, con toda la tranquilidad del mundo, forzaron las ventanas del lugar y se llevaron 180 mil dólares y evidencias de operativos, y no fue hasta el otro día por la tarde que el custodio del lugar se percató de lo sucedido.

El presidente Guillermo Lasso, en una entrevista que dio fuera del país, reconoció que para poder vencer a esta mafia organizada que ya está enquistada por donde se mire, sería necesario ayuda internacional, porque de nada sirve ‘estar pilas’, ni decretos, ni toques de queda, ni encerrarnos bajo llave sin que nos dé el sol... porque para los antisociales no hay imposibles.