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Opinión

Editorial: Vacunados, pero asustados

En medio del caos sanitario y económico generado por el fenómeno mundial del coronavirus, entre medidas restrictivas, toques de queda, distanciamiento, mascarillas y alcohol, los ecuatorianos reclamaban una acción concreta en el tema de la vacunación contra la COVID-19.

A inicios de año, el asunto se veía ‘cara de pescado’, porque con el expresidente Lenín Moreno no se avanzaba en nada. La inmunización de los ciudadanos parecía algo inalcanzable, peor aún cuando saltaron ‘sapos y grillos’ en una serie de acciones corruptas relacionadas con la vacunación y las compras públicas.

En campaña, el entonces candidato y ahora presidente Guillermo Lasso repitió en sus discursos que vacunaría a nueve millones de ecuatorianos en cien días. Este 7 de septiembre se vence el tiempo que él mismo puso para alcanzar tal número, meta casi cumplida hasta ahora y que lo puso en boca de todo un planeta, ya que nos convertimos en la primera nación en vacunar a la mayor cantidad de personas por día, superando incluso a grandes potencias como Alemania o Estados Unidos.

Pero así como el ‘presi’ puso todas sus fuerzas en el proceso de vacunación, hay otros males que deben ser eliminados por el bien del país, como la violencia y los crímenes entre quienes se pelean territorios para la venta de droga. Las muertes al estilo sicariato están a la orden del día y de nada sirve estar vacunados si no podemos salir a la calle por miedo a que nos alcance un balazo.