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Opinión
Editorial: Irregularidades de siempre
Dicen que sin salud no hay nada. Entonces, tristemente en nuestro país no hay mucho, con un sistema de salud público precario que no se alcanza para atender al afiliado de una manera eficiente, que, sin importar la aportación mensual que hace para sentirse seguro en caso de enfermedad y no quedarse desamparado, debe mendigar por medicinas fuera de los hospitales, porque los mismos se encuentran casi siempre desabastecidos.
Ya los medios se cansan de repetir esta noticia que se da desde hace muchísimos años. Afiliados preocupados se preguntan dónde está su derecho a la salud que se ganaron con años de trabajo. Últimamente las gestiones en esta rama se han reducido a visitas sorpresas a los hospitales, para que nos digan algo que ya conocemos: no hay medicinas, no hay equipos, no hay atención, no hay nada.
El ecuatoriano conoce de memoria la corrupción que campea en todos lados, y no sorprende a nadie encontrar en las calles, en mercados negros o en la popular Bahía de Guayaquil, a bajo costo, las medicinas que misteriosamente no aparecen en los hospitales públicos y ni en el IESS, porque así se lee en la parte reversa de los medicamentos adquiridos ‘por la izquierda’.
Mientras tanto, el pueblo ecuatoriano sigue esperando poder devengar sus aportaciones de toda una vida en un IESS que de verdad valga la pena. Pero, sin una intervención real a nuestro sistema de salud, las cosas no pintan bien ni hoy, ni mañana, ni en un futuro cercano.