Es muy preocupante para los ecuatorianos la expansión de la indisciplina en nuestro ambiente, lo cual se nota en múltiples esferas de la vida cotidiana, pero, y eso ¿por culpa de quién? La pregunta no tiene una fácil respuesta, aunque es un problema que se agrava por todos lados.

Y en eso tiene bastante que ver el consumo de drogas que creció cuando en el gobierno de Rafael Correa se permitió a la juventud el consumo de sustancias prohibidas, con el justificativo de que solo serían unos cuantos gramos.

Quienes pasamos de los 50 o 60 años recordamos que nuestra juventud hasta los 12 o 14 años a casi nadie se le ocurría consumir drogas. El peor delito era fumar un cigarrillo a escondidas y los drogadictos eran mal vistos y su consumo se asociaba a la delincuencia. Pero ahora no es raro encontrar vendedores de droga descaradamente a las afueras de escuelas, colegios, sitios públicos o centros comerciales.

Durante el gobierno de Lenín Moreno, desde muchos sectores respetables se exigió que se prohíba y castigue la venta de drogas; hubo muchos debates, discusiones públicas y más, pero nada ocurrió.

Hoy se espera que el Gobierno actual, liderado por Guillermo Lasso, tome la decisión de enfrentar este problema como se debe: con energía y decisión. Además, falta un mayor control de los padres de familia para con sus hijos adolescentes, que se sepa que el cuidado empieza por casa.