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Opinión
Coronavirus recargado
El feriado anterior de octubre parece que empieza a dar sus frutos, pero malos. Se les acabó nuevamente el respiro a los hospitales públicos y los pacientes por COVID vuelven en aumento a ocupar las camas y a rogar para ser curados. A pesar de que no fueron tantos días de descanso los que tomamos el mes anterior por las fiestas de Guayaquil, la curva de contagios está en ascenso.
Parece que esas personas que se farrearon la vida en esos días de asueto no sufrieron el encierro de la pandemia a principios del 2020 ni les faltó el dinero para conseguir alimentos para los suyos y posiblemente no perdieron a ningún ser querido. Y lo preocupante no es solamente quienes se pudieron contagiar en esos días de disfrute en octubre, sino que hace poco tuvimos un feriado largo, con el mismo panorama de gente irresponsable que se olvidó de la importancia del distanciamiento social y el uso de mascarilla, como si nunca hubiese existido el coronavirus. En diciembre veremos el resultado de tanta fiesta loca por el Día de los Muertos y la Independencia de Cuenca.
Porque lo más fácil es culpar a otros de la desgracia generalizada y decir: el responsable será el gobierno, por no tener suficientes camas en los hospitales; el responsable será el gobierno por no tener suficientes respiradores ni medicamentos. Y hasta que no les toque vivir en carne propia la pesadilla del ‘bicho’ en sus cuerpos no aprenderán la lección. Y como dice el dicho, “Dios los agarre confesados”.