Un estadio sin hinchas es un escenario triste. Sin nadie que impulse y anime a los jugadores más que su técnico. Sin nadie que aplauda, cante, insulte y grite los goles o las fallas. ¿Se imaginaban eso a puertas de un partido clave para clasificar al Mundial de Fútbol Catar 2022? ¿Concebían un Ecuador vs. Brasil así?

Pues en ese imaginar el partido de hoy, que enfrentará a los chicos de la Tri ante los monstruos del ‘jogo bonito’, mientras la hinchada y amantes del fútbol esperaban que el Comité de Operaciones Emergentes (COE) Nacional permitiera un aforo limitado de público, su sentencia fue categórica: el Ecuador vs.Brasil sería sin público. Nadie en las gradas. A verlo por televisión.

Esta negativa, con el justificativo de evitar mayores contagios del COVID-19, trastocó todos los planes. En un partido crucial que, de ganarlo, podría llevar a la Tri a comprar los boletos para Catar, el respaldo, los gritos y hasta las ‘puteaditas’ de la hinchada son más que necesarios. Es el jugador número 12, suele decirse, y esto no es una muletilla, pues se siente en la cancha.

La FederaciónEcuatoriana de Fútbol (FEF) puso el grito al cielo, pues los protocolos de bioseguridad están vigentes desde hace más de un año. Y en las calles y redes sociales llovieron las críticas a la medida. Tal fue la presión, que en la tarde el martes el presidente Guillermo Lasso pidió al COE que “analice bajo criterios técnicos” la decisión del aforo. Y, al final, hoy Brasil no solo enfrentará a unos muchachos ávidos por darnos gloria, sino a una hinchada ferviente de un Mundial.