Desde que llegó el COVID-19 a nuestra vida todo cambió y nos afectó en todos los aspectos. Tuvimos que modificar nuestras costumbres, afectó la economía, la educación, la producción. Y el deporte tampoco pudo escapar; se paralizaron los torneos y competencias más importantes en Ecuador y el mundo entero, y para volver fue necesario cumplir ciertas normas, como el uso de las tan molestosas pero necesarias mascarillas, el distanciamiento y vacunas.

Uno de los casos más sonados y mediáticos de los últimos días ha sido el del tenista serbio Novak Djokovic, quien se aprestaba a disputar uno de los torneos más importantes del deporte blanco, el Abierto de Australia. Y al tratar de ingresar al país oceánico fue retenido por migración por no haberse vacunado contra el coronavirus, aunque él había obtenido una exención de vacunación por haber dado positivo en covid el pasado 16 de diciembre. Las autoridades australianas fueron muy enérgicas, le retiraron la visa al deportista serbio y lo retuvieron en un centro de migración. Pero gracias a un fallo judicial favorable al serbio, se anularía la suspensión de visado; sin embargo las autoridades insisten en que harán respetar las reglas de dicha nación. En memes, jugando con su apellido, ya le pusieron uno nuevo: Yo-Covid.

Es de no creer cómo sigue afectando por todo el mundo el coronavirus. Cuando empezó esta pesadilla, jamás imaginamos que iba a permanecer tanto tiempo entre nosotros. Estar vacunados ya no es una opción ante los ojos del mundo, que presiona con nuevas reglas y restricciones a quienes por alguna razón decidieron no dejarse pinchar el brazo. Y las puertas se les empiezan a cerrar a muchas actividades cotidianas, que hoy en día exigen un esquema de vacunación completo.