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Opinión

Editorial: ¡No se la saquen, alcaldes!

Fue Teté, yo no fui. ¡No se laven las manos, alcaldes, y asuman su responsabilidad! La Constitución indica claramente que el Estado es el garante de la seguridad humana a través de políticas y acciones integradas de los diferentes niveles de gobierno. De allí que ninguna autoridad cantonal puede decir que aquello no es una competencia de las municipalidades y que es solo del gobierno central. Esas declaraciones demuestran el nivel de autoridades locales que tiene el país.

La seguridad es responsabilidad de todos los órganos de poder que tiene el Ecuador: del gobierno central, de los gobiernos locales, de la Asamblea, de los jueces y fiscales, y también del pueblo. Todos los integrantes de ese Estado tienen deberes y responsabilidades para colaborar con el mantenimiento de la paz y la seguridad.

La constante división y la pugna de poderes, entre autoridades nacionales y locales, entre militares y policías, lo único que han hecho es abonar el camino para que aumenten la delincuencia, la criminalidad, el narcotráfico, la drogadicción.

No basta con que los municipios compren camionetas, motos, chalecos antibalas para los miembros de la fuerza pública. No solo con represión se combate la inseguridad, también se lo hace atendiendo a la población en sus necesidades básicas, aumentando los índices de empleo, creando planes de desarrollo, educando a la población. La unión hace la fuerza y ese es el único camino para luchar contra las mafias que están incendiando al Ecuador. El resultado de la desunión está a la vista.