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Opinión

Editorial: La salud de siempre

La salud pública en el Ecuador se encuentra enferma desde siempre con su escasez de medicamentos, falta de equipos, y la corrupción que campea dentro de los hospitales. El afiliado se siente en una encrucijada y sabe que acudir por ayuda médica es un juego de suerte, pero no tiene a dónde más recurrir, ya que no cuenta con los recursos necesarios para poder acceder a la costosa salud privada.

Fue vergonzoso ver a inicios de la pandemia casos de sobreprecios hasta en las fundas para cadáveres, gente inhumana que jugó con el sufrimiento ajeno y que aún se encuentra libre como el viento. Hoy en día sigue la corrupción y la inoperancia de ciertos directivos de hospitales, y las carencias de siempre, porque de nada sirve remover a funcionarios porque el nuevo que llega, en poco tiempo ya está enredado en el mundo de la corrupción o la inoperancia. Escuchar un “no hay” o un “no se puede” es el diario vivir de los usuarios del sistema de salud publica.

Muchos aún tienen la esperanza que se dé un saneamiento en los hospitales del país. Mientras tanto siguen siendo noticia los hallazgos de medicamentos caducados y en mal estado guardados en los centros de salud y que no fueron entregados, al parecer, porque no les dio la gana, o el paciente que murió por negligencia médica. La historia de siempre se repite y el gran perdedor siempre es el pueblo ecuatoriano, que acude a los hospitales a rogar por una cura, como si los aportes de toda una vida no nos dieran el derecho a una atención digna.